Nota Eclesial: somos los convidados del camino

(RV).- Dios nos llama, es un constante llamado a participar de la gracia de su Reino. Es un gran banquete que nos hace hijos y discípulos suyos, y no se cansa de llamarnos ni siquiera cuando le rechazamos o ignoramos su llamado. Somos los primeros convidados y luego en nuestra miseria somos los buscando entre los cruces del camino para reconciliarnos son su misericordia.

“La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Vayan ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encuentren, convídenlos a la boda" (Lucas 22, 8). Con esta parábola Jesús nos pone alerta sobre la manera como nos estamos preparando para recibir el llamado de Dios y ser merecedores del banquete del Reino.

Pues aunque con nuestras actitudes negativas no atendamos la invitación del Señor, Él continúa con su proyecto salvador para con cada uno y sigue insistiendo. “Ante el rechazo de los primeros invitados Él no se desalienta, no suspende la fiesta, sino que vuelve a proponer la invitación extendiéndola más allá de todo límite razonable y manda a sus siervos a las plazas y a los cruces de caminos a reunir a todos los que encuentren”, decía en el Papa Francisco (Ángelus del 12 octubre 2014).

Aunque el amor de Dios sea rechazado, su misericordia inscrita en el Evangelio nunca nos rechaza y sigue convidándonos a ser partícipes del banquete, para lo cual debemos llevar el mejor vestido, es decir, la gracia del Espíritu Santo que hemos recibido por ser hijos de Dios.

Enseña el Santo Padre que “la bondad de Dios no tiene fronteras y no discrimina a nadie: por eso el banquete de los dones del Señor es universal, para todos. A todos se les da la posibilidad de responder a su invitación, a su llamada” (Ángelus del 12 octubre 2014). Y nosotros somos los convidados del camino, procuremos responder el llamado de Dios vistiendo el corazón de buenas obras y del verdadero amor cristiano.

Johan Pacheco para Radio Vaticana.

@padrejohan