2017-06-24 08:00:00

Radio Vaticano en español para Guinea Ecuatorial y África


Compartimos algunos momentos con el Papa Francisco

«Vengo como peregrino de la paz y me presento como apóstol de la esperanza»

(RV).- Lo dijo el Papa Francisco en su primer discurso en la República Centroafricana, en su encuentro, en el Palacio Presidencial, con las autoridades y el cuerpo diplomático y los representantes de las organizaciones Internacionales, pocas horas antes de abrir la Puerta Santa de la Misericordia, en la Catedral de Bangui.

El Santo Padre recordó nuevamente su histórica Visita a esa amada nación, en la cita para el rezo del Ángelus del domingo siguiente al de la Solemnidad de la Santísima Trinidad, en el que en muchos países se celebró la fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo:

«Dirijo un saludo especial a la calificada representación de la República Centroafricana y de Naciones Unidas, que en estos días se encuentra en Roma para un encuentro promovido por la Comunidad de San Egidio. Llevo en mi corazón la visita que realicé en noviembre de 2015 a ese País y anhelo que con la ayuda de Dios y la buena voluntad de todos, se relance plenamente y se refuerce el proceso de paz, condición necesaria para el desarrollo»

El Papa se refirió así al encuentro en la capital italiana, que culminó el lunes siguiente a sus palabras de aliento, con la firma de un importante «Acuerdo político para la paz», que abre el camino a la pacificación del pueblo centroafricano, que sufre desde hace años un grave conflicto y tensiones internas que han provocado numerosas víctimas y miles de desplazados.

En Bangui, en su primer saludo, el 29 de noviembre de 2015, el Obispo de Roma, abrazó a todo el pueblo centroafricano y alentó la reconciliación y la paz:

«Me gustaría expresar de nuevo mi alegría por visitar este hermoso país, que situado en el corazón de África está habitado por un pueblo profundamente religioso y con un rico patrimonio natural y cultural. Veo que es un país bendecido por Dios. Que el pueblo de Centroáfrica, así como sus líderes e interlocutores, aprecien el verdadero valor de estos dones, trabajando sin cesar por la unidad, la dignidad humana y la paz basada en la justicia. Que Dios los bendiga a todos».

En la Eucaristía celebramos y adoramos la presencia solidaria y de amor del Señor, que camina a nuestro lado en la historia, señaló el Santo Padre – el pasado domingo - recordando que cada año en la fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo tenemos la alegría de celebrar la fiesta dedicada al Misterio central de la fe, para expresar plenamente nuestra adoración a Cristo que se dona como alimento y bebida de salvación.

Con el Sacramento que el Señor instituyó en la Ultima Cena para alimentar en nosotros la fe, la esperanza y la caridad, para consolarnos en las pruebas, para sostenernos en el compromiso de la justicia y de la paz, el Obispo de Roma destacó la comunión eucarística e introduciendo el rezo del Ángelus  invocó a la Virgen María, que estuvo siempre unida a Jesús Pan de vida, para que nos ayude a redescubrir la belleza de la Eucaristía, viviendo en comunión con Dios y nuestros hermanos.

Después de la oración mariana y del responso por los difuntos, el Papa recordó el Día Mundial de los Refugiados promovido por Naciones Unidas, con el lema para 2017: «Con los refugiados. Hoy más que nunca debemos estar con los refugiados».

E invitó a recordar en  la oración a los que han muerto buscando refugio y huyendo de conflictos, violencias y persecuciones, mujeres, hombres y niños.

También en su audiencia general, en la que señaló la importancia del testimonio de los santos, en su catequesis sobre la esperanza cristiana, el Papa Francisco recordó la Jornada Mundial de los Refugiados, expresando su aprecio por la campaña, que se lleva a cabo en Italia para una nueva ley migratoria con el lema: ‘Era extranjero – La humanidad que hace bien’.

(CdM – RV)








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