2017-05-10 13:56:00

Papa: Contemplamos a María como Madre de la esperanza


(RV).- “Pidamos hermanos por todos los sacerdotes, para que sean siempre una imagen transparente de Jesús, Buen Pastor, y la Virgen María los sostenga a lo largo de su vida sacerdotal”.

Fue la invitación del Papa Bergoglio al saludar a los peregrinos de lengua española que participaron en la Audiencia General del segundo miércoles de mayo, tras recordar la fiesta de San Juan de Ávila, patrono del clero español y maestro de vida espiritual.

En su catequesis semanal el Santo Padre propuso contemplar la figura de María como Madre de la esperanza. Y lo hizo a partir de la lectura de un pasaje del Evangelio de San Juan que nos la presenta junto a la cruz en el momento en que Jesús viéndola junto al discípulo a quien él amaba, le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”. Y al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”.

Hablando en italiano, el Obispo de Roma explicó a los numerosos fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro que María atravesó más de una noche en su camino de madre. Y recordó que desde que aparece en la historia de los Evangelios, su figura se perfila come el personaje de un drama. En efecto – añadió el Papa – no era sencillo responder con un “sí” a la invitación del ángel: y sin embargo, ella que se encontraba en plena juventud, respondió con coraje, a pesar de ignorar el destino que le esperaba. Pero María – agregó Francisco – en aquel instante se nos presenta también como una de las tantas madres de nuestro mundo, valerosa hasta el extremo cuando se trata de acoger en su propio seno la historia de un nuevo hombre que nace.

Tras afirmar que aquel “sí” fue el primer paso de una larga lista de obediencias en su itinerario maternal, el Pontífice dijo que en la disposición de María podríamos observar un aspecto de su psicología, en el sentido de que no es una mujer que se deprime ante las incertidumbres de la vida, especialmente cuando nada parece ir por el sentido correcto. Tampoco es una mujer que protesta con violencia, que despotrica contra el destino de su vida.

En cambio – prosiguió diciendo el Santo Padre –  “es una mujer que escucha, que acoge la existencia tal como se entrega a nosotros, con sus días felices, y también con sus tragedias”. Y agregó que María reaparece en el momento crucial de la historia, cuando buena parte de los amigos se han disipado a causa del miedo. Pero Francisco afirmó que “Las madres no traicionan”, y en aquel instante, “a los pies de la cruz, ninguno de nosotros puede decir cuál haya sido la pasión más cruel”: si la de un hombre inocente que muere en el patíbulo de la cruz, o la agonía de una madre que acompaña los últimos instantes de la vida de su Hijo.

Hacia el final de su reflexión, el Sucesor de Pedro reafirmó que María está allí por fidelidad al plan de Dios del que se proclamó sierva en el primer día de su vocación, y también a causa de su instinto de madre que sufre cada vez que hay un hijo que padece una pasión. Y añadió que la encontraremos también en el primer día de la Iglesia, como Madre de la esperanza, en medio de aquella comunidad de discípulos tan frágiles.

“Por esto – terminó diciendo el Papatodos nosotros la amamos como Madre. Porque nos enseña la virtud de la espera, incluso cuando todo parece sin sentido”.

(María Fernanda Bernasconi - RV). 








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