Hagamos Redención: Encarnación y Nacimiento de Jesús

Reflexión del padre Luis Ramírez del Apostolado de la Oración, la Red Mundial de Oración del Papa

“Semejante en todo a sus hermanos” (Heb 2,18)

Encarnación

En estos últimos días de Adviento y próximos a celebrar la Navidad, les invito a contemplar el mundo de hoy con aquel amor con el que lo contempla Dios. Nos puede ayudar el leer o escuchar los titulares a nivel nacional e internacional. De tal manera que comprendamos mejor las necesidades de los hombres y mujeres, tal como Dios las comprende. Para así poder ofrecernos a participar en el designio (proyecto) divino de la salvación del mundo.

En este mundo entra el Hijo de Dios. Lo hace en y por María, una sencilla y pobre mujer de Nazaret. Es una oportunidad preciosa para experimentar lo que siente el corazón de Dios, cuando toma la decisión de salvar al mundo con la venida de su Hijo.

La encarnación de Jesús es nuestra salvación, pues Él viene a caminar con nosotros. Se ha hecho hermano nuestro. Es el camino que el Señor emprende, por ser lo que es: Dios compasivo y misericordioso. El Señor se abaja, es pura Kenosis (encarnación, lavado de pies, la cruz…) para elevar al hombre. Desde este momento, todo rostro humano nos recuerda a Dios. Por eso tenemos que proclamar la sacralidad del ser humano.