Hay situaciones de necesidad que requieren una respuesta inmediata y urgente, afirmó el Papa en la Catequesis

REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

“Es muy dura la experiencia del hambre y la sed, y desgraciadamente es una realidad actual y cercana a nosotros. Cada día encontramos personas que sufren estos males y necesitan nuestra ayuda”, explicó Francisco en la catequesis del 19 de octubre, hablando de las obras de misericordia corporales. Pero como un llamado concreto y urgente a salir al encuentro de las necesidades más básicas de los que encontramos, dando lo que tenemos, para que Dios, a su vez, nos corresponda con su bendición y nos colme de auténtica alegría.

El Obispo de Roma, en el año de la misericordia dijo que “Jesús nos enseña a responder a estas necesidades con su ejemplo, y nos recuerda que ‘él es el pan de vida’ y ‘quien tenga sed venga mí’. Él mandó a sus discípulos que dieran de comer a la multitud, pero ellos sólo tenían cinco panes y dos peces. Jesús pronunció sobre estos la bendición y los partió, y al distribuirlos, todos quedaron saciados. Su ejemplo nos interpela y nos anima a reconocer que cuando damos nuestro poco al hermano necesitado se hace presente la ternura y la misericordia de Dios”.

“Los invito a salir al encuentro de las necesidades más básicas de los que encuentren a su camino, dando lo poco que tienen. Dios, a su vez, les corresponderá con su gracia y los colmará de una auténtica alegría”.