2016-09-17 16:24:00

Radio Vaticano en español para Guinea Ecuatorial y África


(RV).- En la cita mariana dominical del 11 de septiembre, con un apremiante llamamiento para que cese la violencia en Gabón, el Papa se unió a los obispos de este querido país africano, invitando a las partes implicadas a buscar el bien común. Y alentó en especial a los católicos a ser constructores de paz, en el respeto del diálogo, y en la fraternidad.

El Santo Padre recordó la beatificación, en Kazajistán, de Ladislao Bukowinski, sacerdote y párroco perseguido por su fe, que fue «un condesado de obras de misericordia espirituales y corporales».

«Que la Virgen María, Refugio de los pecadores, haga brotar en nuestros corazones la confianza», que se encendió en el corazón del hijo pródigo, deseó el Obispo de Roma, introduciendo el rezo a la Madre de Dios.

El Papa Francisco reflexionó con la liturgia del XXIV Domingo del Tiempo Ordinario, sobre el que se considera el «capítulo de la misericordia», es decir, el capítulo 15 del Evangelio de Lucas.

Con las tres parábolas y las palabras que Jesús nos dice aún hoy, sobre la alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte, el Santo Padre invitó a pensar en la alegría y fiesta que hay en cielo, cada vez que nos acercamos al confesionario.

En su audiencia general, que celebró el miércoles 14 de septiembre, Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz de Cristo, el Papa señaló que acogiendo la invitación a celebrar este año de gracia del Jubileo,  en todo el mundo los peregrinos cruzan la Puerta de la Misericordia abierta en las catedrales, en los santuarios, en tantas iglesias del mundo, en los hospitales, en las cárceles». Y preguntó: «¿por qué cruzan la Puerta de la Misericordia?», para luego responder que lo hacen:

«Para encontrar a Jesús, para encontrar la amistad de Jesús, para encontrar el alivio que sólo Jesús da»

(CdM – RV)








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