2016-09-12 16:34:00

Misal Romano en Guaraní: necesario para celebrar la fe con el pueblo en su idioma nativo


(RV).- Después de más de tres años de trabajo, culminó en agosto la traducción a la Lengua Guaraní del Misal Romano en Paraguay, en el que se encuentran todas las oraciones propias de la celebración de la misa para todos los tiempos del año.

La traducción completa y corregida del misal fue puesta a los pies de la Virgen de Caacupé el pasado 21 de agosto, adelantando el festejo del 22 de agosto, día en que el Paraguay celebra el saber y las tradiciones de su pueblo.

Alejandro Frías de Radio San Roque González de Santa Cruz 570 AM, entrevista al padre Alberto Luna SJ, quien se ha encargado de la coordinación general de esta iniciativa.

El misal romano en guaraní, surge de “una necesidad de poder celebrar la fe con el pueblo en su idioma nativo”, explica el religioso. “Así se formó el equipo de trabajo coordinado por la Conferencia Episcopal y la Universidad de los jesuitas, y se concluyó la traducción y la corrección del misal en guaraní”.

“El proyecto tuvo sus dificultades porque se trata de traducción de textos litúrgicos, y hay normas de la iglesia que establecen la manera de proceder en estas traducciones, - señala el padre Alberto. Hay un documento oficial de la iglesia que se llama Liturgia Auténtica de la Santa Sede, que regula los procedimientos para las traducciones, y hay que trabajar para que las expresiones litúrgicas y teológicas transmitan el contenido en una lengua que, a veces, no encuentra manera de expresar eso”. “Por eso el trabajo fue acompañado por personas expertas que ayudaron a hacer un glosario para que las palabras mantengan su contenido teológico y sean al mismo tiempo, comprensibles para la gente que usa el guaraní”.  

El guaraní, hablado por aproximadamente el 90 por ciento de la población, es idioma oficial junto con el castellano desde el año 2010 en el país, año en que se aprueba la Ley de Lenguas, con la ulterior creación de la Academia de la Lengua Guaraní que tiene como finalidad normativizar la lengua que es parte del patrimonio cultural de la nación.

La traducción y la corrección es sólo “la primera etapa del trabajo”, dado que la segunda etapa, ya iniciada, consiste en la revisión por parte de los asesores litúrgicos de la CEP, antes de su aprobación final por parte de la Santa Sede. “Un trabajo que va a llevar su tiempo – dice el padre Luna – pero es un trabajo necesario, y estamos en ello”.

(Griselda Mutual - Radio Vaticano)








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