2016-08-15 13:39:00

La Victoria de Dios nos da un Refugio en el Corazón de María


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

¿Quién de nosotros no tiene miedo?

El enorme Dragón que en el libro del Apocalipsis (cap. 12), persigue a la Mujer para devorar a su hijo, ese enorme dragón es hoy completamente real en la fuerza oscura del mal que te amenaza a vos y a mí con distintas formas de pobreza, odio, violencia, muerte… Pero, esa Mujer que da a luz un hijo varón que debe regir a todas las naciones, huye al desierto, “donde Dios le ha preparado un refugio”.

En medio de la guerra a pedazos, del furor del gran negocio de la violencia que aterroriza, se nos ofrece contemplar la belleza de la Victoria de Dios. ¡Sí! La belleza de la Victoria de nuestro Dios en el cuerpo y el alma de María, que sube al Cielo intacta, abrazada, fecundada, protegida de todo mal por el Amor potente de Dios que la refugia.

Pero hay algo más, en el Misterio del Amor poderoso de Dios que le da la Victoria completa sobre el mal y la muerte, en su Hijo resucitado y en María; algo que nos debe conjurar el temor a vos y a mí: Esta Mujer que Dios “refugia” en su Amor todopoderoso, es a su vez nuestro “Refugio”. Porque sube al cielo llevándote a vos y a mí en su corazón. Sube al cielo con el corazón cargado de los hijos de Dios que se refugian en ella, Madre nuestra. Y por estar refugiados en la ternura de su corazón materno, ya estamos también nosotros, desde ahora, y aún en medio de la guerra, muy cerca de la Victoria definitiva de nuestro Dios. @jesuitaGuillo

 








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