2016-08-08 17:05:00

Recuerdo conmovido los 7 de agosto en Buenos Aires, dice Francisco, por la Fiesta de San Cayetano


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

En el mensaje con el que saluda y bendice a los devotos del patrono del Pan y el trabajo en Argentina, el Papa dice: “Recuerdo conmovido los 7 de agosto en Buenos Aires. La Misa en el Santuario de Liniers y luego el recorrido de la fila de gente hasta el Estadio de Velez. Saludar, escuchar, acompañar la fe de ese pueblo sencillo... y tantas veces, ante la angustia de hombres y mujeres que quieren y buscan trabajo y no encuentran..., sólo atinaba a un apretón de manos, una caricia, mirar esos ojos humedecidos de dolor, y llorar dentro. Llorar sí, porque es duro cruzar la vida con un padre de familia que quiere trabajar y no tiene posibilidad de lograrlo”.

Y Francisco explica: “A San Cayetano pedimos pan y trabajo. El pan es más fácil conseguirlo porque siempre hay alguna persona o institución buena que to lo acerca, al menos en Argentina donde nuestro pueblo es tan solidario. Hay lugares en el mundo que ni esa posibilidad tienen. Pero trabajo es tan difícil lograrlo, sobre todo cuando seguimos viviendo momentos en los cuales los índices de desocupación son significativamente altos. El pan te soluciona una parte del problema, pero a medias, porque ese pan no es el que ganás con tu trabajo. Una cosa es tener pan para comer en casa y otra es llevarlo a casa como fruto del trabajo. Y esto es lo que confiere dignidad”.








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