2016-08-05 16:39:00

El mundo necesita el perdón, demasiadas personas viven encerradas en el rencor e incuban el odio, denunció el Papa en Asís


REFLEXIONE EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

Desde la Porciúncula, la fuente misma de perdón que hace 800 años Francisco de Asís abrió con la “Perdonanza de Asís”, el Papa proclamó el 4 de agosto de 2016: “Nuestro Padre se apiada siempre cuando estamos arrepentidos… El perdón de Dios no conoce límites; va más allá de nuestra imaginación y alcanza a quien reconoce, en el íntimo del corazón, haberse equivocado y quiere volver a Él”.

Francisco Papa dijo esto con los pies en la tierra, afirmó que resulta muy difícil perdonar al hermano que nos hace una injusticia. Aquí está desgraciadamente “todo el drama de las relaciones humanas”, porque todos exigimos justicia.

El Papa -antes de sentarse en el confesionario de la Porciúncula para dar el perdón de Dios, como un buen cura-, dijo que “Jesús nos enseña a perdonar, y a hacerlo sin límites”. Y recordando a san Francisco y su Perdonanza, concluyó rotundamente que “en este Año Santo de la Misericordia, es todavía más evidente cómo el camino del perdón puede renovar verdaderamente la Iglesia y el mundo” y pidió a todos ofrecer el testimonio de la misericordia en el mundo de hoy, como una que ninguno de nosotros puede rehuir, porque “el mundo necesita el perdón; demasiadas personas viven encerradas en el rencor e incuban el odio, porque, incapaces de perdonar, arruinan su propia vida y la de los demás, en lugar de encontrar la alegría de la serenidad y de la paz”. @jesuitaGuillo

 








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