2016-07-02 11:51:00

Radio Vaticano en español para Guinea Ecuatorial y África


Ecos del XIV Viaje Apostólico del pontificado del Papa Francisco, el que realizó a Armenia

(RV).- Del 24 al 26 de junio, días intensos, en los que el Obispo de Roma alentó al pueblo armenio, que apreció con gran profundidad la cercanía del Papa, así como su comprensión de la historia y de la tradición cristiana de los armenios.

Días en los que el Sucesor de Pedro impulsó también el camino ecuménico y que fueron una gran fiesta para los católicos armenios, con la participación de un gran número de los que viven en la diáspora. Días en los que el Papa hizo resonar su mensaje de paz también para toda la región.

En el vuelo desde el aeropuerto internacional de Ereván al de Roma Ciampino, conversando con los periodistas en el avión, el Papa Francisco señaló que desea «justicia y paz para el pueblo armenio» y que reza por ello. Un pueblo – dijo - que a pesar de haber sufrido tanto «no ha perdido su ternura de madre».

También resuenan las palabras que pronunció el Papa Francisco en la Divina Liturgia en Echmiadzín, coronando su visita, «que tanto he deseado, y para mí ya inolvidable», dijo textualmente.

Y con el anhelo de «que la Iglesia Armenia camine en paz, y la comunión entre nosotros sea plena», pidió la bendición de Su Santidad Karekin II para él y para la Iglesia católica.

«El jubileo de la Misericordia es un tiempo de reconciliación para todos», nos recordó el Papa Francisco, en su tweet del 30 de junio. Día en que celebró su última audiencia jubilar, antes de la pausa del verano romano, puesto que como es tradicional en el mes de julio quedan suspendidas las audiencias generales pontificias.

Las Obras de Misericordia, centraron la catequesis del Santo Padre, que hizo hincapié en que Jesús nos pide y nos enseña a ser misericordiosos, nos enseña que «la misericordia no es una mera teoría, sino un testimonio concreto», que los cristianos debemos dar en nuestra vida de cada día.

El Papa puso en guardia contra la indiferencia hipócrita ante las situaciones de dramática pobreza, ante las necesidades espirituales y materiales que padecen tantos hermanos y hermanas.

El Obispo de Roma recordó asimismo su viaje a Armenia, agradeciendo al Señor por este viaje, al Presidente de la nación, al Catholicós, al Patriarca y a todo el pueblo armenio, que lo acogió «como peregrino de fraternidad y de paz».

Y anunció su viaje a Georgia y Azerbaiyán, otros dos países de la región del Cáucaso, con su doble anhelo de «valorizar las antiguas raíces cristianas presentes en esas tierras» y de «alentar esperanzas y caminos de paz».

(CdM – RV)








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