2016-06-22 09:36:00

La misericordia purifica el corazón, explica el Papa en la Catequesis


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

Con la imagen del leproso del Evangelio que suplica a Jesús a Jesús: “Señor, si quieres puedes curarme”, Francisco pidió a Dios en la Catequesis del 22 de junio de 2016, “que nos sintamos todos necesitados de la sanación del Señor, y aprendamos a acercarnos al pobre y al excluido reconociendo en ellos al mismo Cristo”.

El Obispo de Roma explicó que la súplica que el leproso dirige a Jesús, manifiesta el deseo profundo del hombre de una auténtica purificación que lo una a Dios y lo integre en la comunidad. Esta petición, fruto de la fe y de la confianza en Dios, encuentra la respuesta en la acción y en los gestos de Jesús, que, sintiendo compasión, se acerca, lo toca y le dice: ‘Quiero queda limpio’. Jesús nunca permanece indiferente a la oración hecha con humildad y con confianza y, rechazando todos los prejuicios humanos, se muestra cercano para enseñarnos que no tenemos que tener miedo de acercarnos y tocar al pobre y al excluido, porque en ellos está el mismo Cristo. La acción de Jesús no busca el sensacionalismo, sino que cura con amor nuestras heridas, modelando pacientemente nuestro corazón conforme al suyo. El gesto mesiánico de Jesús culmina con la inclusión del leproso en la comunidad de los creyentes y en la vida social: así se llega a la plena curación, que además convierte al sanado en testigo y anunciador de la misericordia de Dios.”








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