2016-06-14 14:09:00

«La Misericordia de Dios es nuestro escudo y fortaleza», la voz de nuestros oyentes


«TU COMENTARIO AYUDA, Tu opinión cuenta»

(RV).- «La soberbia no es grandeza, sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande, pero no está sano», decía San Agustín. El ser humano sin la ayuda de Dios, está expuesto a caer en esta «enfermedad espiritual de la soberbia», tan extendida y contagiosa en nuestra sociedad actual. Sin embargo,  existe una medicina que puede salvarnos de esta «peligrosa afección» siempre y cuando el «enfermo» esté dispuesto a aceptarla: la Misericordia de Dios, que es infinita y eternamente efectiva.  

Precisamente sobre este «remedio espiritual» que está al alcance de todo aquel que esté dispuesto a reconocer su enfermedad y a aceptar el tratamiento, habla constantemente el Papa Francisco, en el marco de este Jubileo de la Misericordia que estamos celebrando.

«La misericordia de Dios entra en el corazón revelando y manifestando lo que es nuestra certeza y nuestra esperanza: siempre hay posibilidad de cambio, estamos a tiempo de reaccionar y transformar, modificar y cambiar, convertir lo que nos está destruyendo como pueblo, lo que nos está degradando como humanidad», explicó el Santo Padre en su homilía en la Misa celebrada en el Complejo Ferial de Ciudad Juárez, durante su Viaje Apostólico a México, a sólo 80 metros de la frontera con los Estados Unidos; añadiendo también, que la misericordia nos alienta a mirar el presente y confiar en lo sano y bueno que late en cada corazón.

En Radio Vaticana estamos viviendo este Año Santo junto a nuestros oyentes, invitándolos a porfundizar sobre las palabras del Papa Francisco que llenan de esperanza los corazones de tantos hombres y mujeres aquejados por «el mal de la soberbia» y también por tantas otras «enfermedades mortales para nuestra alma», que brotan fruto de la herida del pecado.

La Buena Noticia es que existe una salida, una cura, un camino de salvación para todos nosotros... y es través del arrepentimiento, del "Don de las lágrimas", como lo llama el Papa: «Llorar por la injusticia, llorar por la degradación, llorar por la opresión. Son las lágrimas las que pueden darle paso a la transformación, son las lágrimas las que pueden ablandar el corazón, son las lágrimas las que pueden purificar la mirada y ayudar a ver el círculo de pecado en el que muchas veces se está sumergido. Son las lágrimas las que logran sensibilizar la mirada y la actitud endurecida y especialmente adormecida ante el sufrimiento ajeno. Son las lágrimas las que pueden generar una ruptura capaz de abrirnos a la conversión». 

De esta manera, el Obispo de Roma nos recuerda, como Pastor de la Iglesia Universal, que no todo está perdido; que podemos curarnos de todas las enfermedades que nos destruyen como humanidad y que nos alejan de la felicidad plena que Dios nos regala cuando aceptamos su «intervención sanadora». Sólo tenemos que reconocer nuestras miserias y pedir la gracia de su misericordia «que nos alienta a mirar el presente y confiar en lo sano y bueno que late en cada corazón porque la misericordia de Dios es nuestro escudo y nuestra fortaleza».

En esta atmósfera de esperanza, en nuestro programa «Tu Comentario Ayuda, Tu Opinión cuenta»; compartimos los mensajes de AUDIO que nos envía nuestra fiel audiencia a través de nuestro nuevo servicio de mensajería mediante la aplicación telefónica de WhatsApp al número (0039) 347 225 0785 compartiendo saludos, reflexiones e intenciones de oración. Agradecemos también, cada uno de los comentarios que recibimos en nuestro Facebook Radio Vaticana en Español y en nuestra cuenta de Twitter. Los animamos a que sigan interactuando con nosotros. ¡Queremos conocerlos y  escucharlos!

(SL para Radio Vaticana)








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