(RV).- Tras la celebración en Roma del Jubileo de los Enfermos y de las Personas
con diversidad funcional, conversamos con el Secretario del Consejo Pontificio para
la Promoción de la Nueva Evangelización, Monseñor Octavio Ruiz Arenas
quien describe cómo se llevó a cabo este evento jubilar.
“Este Jubileo de las personas enfermas ha sido muy emocionante para
todos porque se trató del esfuerzo que hicieron tantas personas para venir a Roma
a estar con el Papa, recibir la catequesis, atravesar la Puerta Santa y sobre todo
estar en la Eucaristía que se llevó a cabo el domingo”.
“Fue un esfuerzo muy importante no solo de los enfermos sino también de aquellos que
los acompañaron… fue un encuentro conmovedor ver a estas personas
que están marcadas por el dolor, por el sufrimiento, pero con un rostro lleno de alegría,
de gozo, de saber que venían a encontrar al Señor, Aquel que con tanta dulzura y ternura
a lo largo de su vida tuvo una especial preocupación por los enfermos, actitud que
ciertamente llevó a que muchos renovaran su fe y pudieran al mismo tiempo sentir que
Dios estaba a su lado, que les daba una mano, que estaba realmente el Señor mostrándoles
su Amor, su Misericordia”.
En el caso de la Misa presidida por el Papa, muchos de los peregrinos enfermos
participaron activamente en esta celebración, además fue la primera vez que se ha
visto en el Vaticano una representación del Evangelio…
“Se quiso que muchas de las personas que tenían algunas limitaciones participan activamente
y yo creo que esto era un signo porque muchas veces, como decía el Papa, se
esconde al enfermo, se trata de ocultar su realidad de sufrimiento, de dolor,
muchos que sintieran vergüenza que en su familia hubiera una persona [con discapacidad]
de tal manera que todo esto nos muestra que era necesario que se viera que personas,
por ejemplo, que tienen el síndrome de Down, personas que pueden estar en una silla
de ruedas, personas incluso ciegas pueden comunicar de una manera viva el
Evangelio”.
“Se permitió que se hiciera esta representación en el Vaticano, como se sabe la primera
vez, porque tratándose de muchas personas, incluso sordos, personas que no podían
estar atentos, a pesar de que hubo tantos que se comunicaban a través del lenguaje
especial para ellos, sin embargo pudieran ver de una manera más viva la representación
del Evangelio. Yo creo que fue una muestra de lo que se puede hacer para que
el Evangelio llegue al corazón de las personas, que se entienda la esencia,
y en este caso era mostrar el Amor, la Misericordia del Señor tal como nos lo narraba
el Evangelio de Lucas”.
Mensaje para la audiencia de Radio Vaticano:
“Sin duda alguna vivamos este Jubileo con inmenso gozo y con profunda alegría, nos
queda todavía medio año, en el que no solamente aquí en Roma sino en nuestras distintas
comunidades a lo largo de todo el mundo está la Puerta Santa que nos ofrece la oportunidad
de decirle al Señor: aquí vengo, yo quiero que Tú me acompañes, quiero recibir el
sacramento de la Reconciliación, quiero sentir tu ternura y tu comprensión. Es una
oportunidad, no solamente para ello, sino para reforzar nuestro compromiso, decir
cada uno de nosotros testigos del Amor del Padre”.
(Mercedes De La Torre – Radio Vaticano).
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