2016-06-08 12:30:00

Las bodas de Caná, uno de los signos que nos revelan el amor del Padre. Catequesis del Papa


(RV).- Con la catequesis del Papa Francisco seguimos descubriendo en este año de gracia, cómo el Señor ha llevado la misericordia hasta su pleno cumplimiento. La narración de las bodas de Caná en la que Jesús cumple su primer milagro, el de la conversión del agua en vino, se considera el portal de ingreso que abre el corazón de los discípulos a la fe. Pero, ¿cuál es el significado del gesto prodigioso de Cristo? El Papa explicó que el evangelista Juan lo llama uno de los “signos”, porque con él, Jesús nos “revela el amor del Padre”.

Así inició la catequesis del Papa en español: “Queridos hermanos y hermanas, en las bodas de Caná, Jesús comienza sus signos, revelando el amor del Padre y la profundidad de su relación con los hombres. Se manifiesta como esposo del Pueblo de Dios, y nos une a Él con una nueva alianza de amor, que nosotros, su familia, tenemos que custodiar y extender a todos”.

Una Nueva alianza que inicia con un acto de misericordia de Jesús y con la que el Señor nos ha unido para siempre a Él. En su catequesis impartida en italiano, el Papa se extendió explicando, además, lo que “es” la vida cristiana, es decir, “la respuesta al amor de Dios”. Como la historia de dos enamorados, Dios y el hombre se encuentran, se buscan, se celebran y se aman, observó. Todo el resto es la consecuencia de esta relación, es decir, la Iglesia, esposa de Jesús, es “la familia de Jesús”, alianza de amor, en la cual “derrama Su amor”.

“En este contexto de la alianza, - siguió diciendo en español- es importante la observación que María hace a Jesús de que falta el vino, este es un elemento típico del banquete mesiánico y simboliza la abundancia del banquete y la alegría de la fiesta. Por eso Jesús, al convertir el agua de las purificaciones rituales en vino nuevo, realiza un gesto elocuente: transforma la ley de Moisés en Evangelio portador de alegría”. Citando textualmente el pasaje, Francisco precisó que esto lo narra el Evangelista Juan en otra parte de las Sagradas escrituras: «Porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo». (1,17)

Pero, el contexto de la Alianza, que comprende la observación de la Madre de Dios a Jesús, “no tienen vino”, también nos deja en herencia una misión:

“Por otra parte, las palabras de María: 'hagan todo lo que Él les diga', confían una nueva misión a la Iglesia, y configuran el programa de vida cristiano, que se concreta en servir al Señor, escuchando su Palabra y poniéndola en práctica, acercándose siempre a tomar de esta fuente el vino bueno de la salvación, que nunca deja de brotar del costado traspasado de Cristo”.

Las bodas de Caná pues, son “mucho más, que el simple relato del primer milagro de Jesús”. Las bodas de Caná son uno de los signos en el cual son talladas las palabras y las expresiones, que iluminan el entero misterio de Cristo. Las bodas de Caná son un signo, con el que el mismo Jesús, nos une a Él, en una Alianza de amor nueva, definitiva y eterna.

Que recibiendo del corazón de Jesús la gracia que nos salva, concluyó el Sucesor de Pedro, “hagamos de nuestra vida cristiana una continua respuesta de amor a Dios, nutriéndonos de su palabra de vida y compartiendo con todos el vino nuevo de la nueva alianza. Muchas gracias”.

(Griselda Mutual - Radio Vaticano)








All the contents on this site are copyrighted ©.