2016-06-08 10:10:00

Catequesis del Papa: Caná; el primer signo de la Misericordia


(RV).- También el segundo miércoles de junio miles de fieles y peregrinos de numerosos países se dieron cita en la Plaza de San Pedro para participar en la tradicional audiencia semanal del Papa Francisco, durante la cual el Obispo de Roma prosiguió con su serie de catequesis sobre la Misericordia en el Nuevo Testamento.

En esta ocasión, el Santo Padre se refirió al primero de los milagros de Jesús,  es decir el que realizó durante las Bodas de Caná en Galilea.  Y al destacar que el Evangelista Juan llama a estos milagros “signos”, el Pontífice explicó que el Señor no los hizo para suscitar maravilla, sino para revelar el amor del Padre.

Hablando en italiano el Obispo de Roma explicó que el Evangelista relata el primero de estos signos prodigiosos que representan una especie de “portal de ingreso”, en el que están esculpidas las palabras y las expresiones que iluminan el entero misterio de Cristo y abren el corazón de los discípulos a la fe.

De las palabras de María a los siervos, “hagan lo que Él les diga”, Francisco afirmó que son las últimas que mencionan los Evangelios porque representan la herencia que nos ha dejado a todos nosotros.  Verdaderamente en estas Bodas – dijo el Santo Padre – se estipula una Nueva Alianza con toda la Iglesia a la que se le encomienda una nueva misión, a saber, hacer todo lo que nos diga el Señor.

Porque servir al Señor – prosiguió diciendo el Papa – significa escuchar y poner en práctica su Palabra. Es como la recomendación, sencilla pero esencial, de la Madre de Jesús y es el programa de vida del cristiano. En efecto, para cada uno de nosotros, tomar del ánfora equivale a confiar en la Palabra de Dios para experimentar su eficacia en nuestra vida.

Por último, el Papa Francisco explicó que la conclusión de este relato evangélico suena como una sentencia: “Este, en Caná de Galilea, fue el inicio de los signos que Jesús realizó; Él manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él” (v. 11).

De modo que las Bodas de Caná son mucho más que el simple relato del primer milagro de Jesús.

Aquí el Maestro custodia el secreto de su persona y la finalidad de su venida: el esperado Esposo da inicio así a las bodas que se cumplen en el Misterio pascual, mientras los discípulos se convierten en su familia y nace la fe de la Iglesia.

(María Fernanda Bernasconi - RV).








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