2016-05-23 12:24:00

Dios es una “familia” que no está cerrada en sí misma, sino que se comunica para invitar a todos a formar parte de ella, dijo el Papa


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

El horizonte trinitario de comunión envuelve a todos y nos estimula a vivir en el amor y en el compartir fraterno, seguros que allí donde hay amor, allí está Dios, explicó Francisco en la fiesta de la Trinidad santa el 22 de mayo de 2016.

“El misterio de la Trinidad nos habla también de nosotros, de nuestra relación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. De hecho, mediante el Bautismo, el Espíritu Santo se nos ha inserido en el corazón y nos ha insertado en la vida misma de Dios, que es comunión de amor. Dios es una “familia” de tres Personas que se aman tanto que conforman una sola cosa. Esta “familia divina” no está cerrada en sí misma, sino que es abierta, se comunica en la creación y en la historia y ha entrado en el mundo de los hombres para invitar a todos a formar parte de ella”. El horizonte trinitario de comunión envuelve a todos y nos estimula a vivir en el amor y en el compartir fraterno, seguros que allí donde hay amor, allí está Dios.

“Nuestro haber sido creados a imagen y semejanza de Dios- comunión, nos llama a comprendernos a nosotros mismos como seres-en-relación y a vivir las relaciones interpersonales en la solidaridad y en el amor recíproco –afirmó el obispo de Roma-. Tales relaciones se desarrollan, ante todo, en el ámbito de nuestras comunidades eclesiales, para que siempre cada vez sea más evidente la imagen de la Iglesia ícono de la Trinidad. 








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