2016-05-17 16:25:00

El Espíritu de Jesús nos libra de la orfandad en la que hemos caído, dijo el Papa en Pentecostés


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

¿Vivís como huérfano o como hijo de Dios?

Sobre la orfandad que vivimos, opuesta a la condición de hijos de Dios que Jesús nos restituye, habló el Francisco el 15 de mayo de 2016. Dijo que la misión de Jesús es restablecer nuestra relación con el Padre, destruida por el pecado; apartarnos de la condición de huérfanos y restituirnos a la de hijos, apoyándose en las palabras del mismo Jesús a sus discípulos: “No los dejaré huérfanos” (Jn 14,18).

“La misión de Jesús, culminada con el don del Espíritu Santo, tenía esta finalidad esencial: restablecer nuestra relación con el Padre, destruida por el pecado; apartarnos de la condición de huérfanos y restituirnos a la de hijos.

El apóstol Pablo, escribiendo a los cristianos de Roma, dice: ‘Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. Han recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: ¡Abba, Padre!’ (Rm 8,14-15). He aquí la relación reestablecida: la paternidad de Dios se reaviva en nosotros a través de la obra redentora de Cristo y del don del Espíritu Santo”.








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