2016-05-14 10:39:00

Nota Eclesial: la alegría de ver al Señor


(RV).- La alegría es una de las características del cristiano que nace del encuentro con Jesucristo, para luego donarla a los demás. Por eso, Pentecostés es una fiesta que nos abre al prójimo con la caridad, el entendimiento y la comprensión que se vive con la fuerza del Espíritu Santo. 

“Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor” (Juan 20, 20), y así recibieron la fuerza del Espíritu que los conducía como misioneros a predicar la misericordia, perdonando los pecados; así la alegría y la misericordia se palpa también en el bautizado que ama sin medida.

Una alegría que se vive por el bien que se hace al hermano, y la complacencia en el bienestar del otro. En la exhortación apostólica Amoris Laetitia (110), el Papa Francisco reflexiona sobre el don de alegrarse con los demás, expresa que “cuando una persona que ama puede hacer un bien a otro, o cuando ve que al otro le va bien en la vida, lo vive con alegría, y de ese modo da gloria a Dios, porque «Dios ama al que da con alegría» (2 Co 9,7)”.

La alegría de ver al Señor es la alegría de vivir la comunión de la Iglesia bajo la unción del Espíritu Santo, haciendo el bien y alegrándonos por el bienestar del hermano. Esta alegría del encuentro con Cristo y guiada por el Espíritu Santo debe también hacernos verdaderos discípulos de la misericordia.

El Espíritu Santo impulsa a los discípulos a amar y testimoniar con la alegría que produce el encuentro con el Señor; reflexionemos: ¿también nosotros estamos alegres y damos testimonio?

 

P. Johan Pacheco para RADIO VATICANA.

@padrejohan








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