2016-05-06 11:23:00

Enseñar y recordar las palabras de Jesús a la comunidad de discípulos es la misión del Espíritu, afirmó el Papa


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

Lo dice el mismo Jesús: “El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho” (Jn 14,26).

Enseñar y recordar, esto es lo que hace el Espíritu Santo en nuestros corazones. En el momento en el que está por regresar al Padre, Jesús preanuncia la venida del Espíritu que ante todo enseñará  a los discípulos a comprender cada vez más plenamente el Evangelio, a recibirlo en su existencia y a hacerlo vivo y operante con el testimonio. Mientras está por confiar a los Apóstoles la misión de llevar el anuncio del Evangelio por todo el mundo, Jesús promete que no se quedarán solos: el  Espíritu Santo, el Paráclito, estará con ellos, a su lado, es más, estará en ellos, para defenderlos y sostenerlos. Jesús regresa al Padre pero continúa acompañando y enseñando a sus discípulos mediante el don del Espíritu Santo.

El segundo aspecto de la misión del Espíritu Santo consiste en el ayudar a los Apóstoles a recordar las palabras de Jesús. El Espíritu tiene la tarea de despertar la memoria, recordar las palabras de Jesús… El Espíritu hará recordar las enseñanzas de Jesús en las diversas circunstancias concretas de la vida, para poderlas poner en práctica… Por ejemplo –explicó el Papa-, cuando ustedes leen todos los días – como les he aconsejado – un pasaje del Evangelio, pidan al Espíritu Santo: “Que yo entienda y que yo recuerde estas palabras de Jesús”. Y luego leer el pasaje, todos los días… Pero antes aquella oración al Espíritu, que está en nuestro corazón: “Que yo recuerde y que yo entienda”.

 








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