2016-04-21 12:28:00

Sean estímulo y alma para que la comunidad crezca en la caridad y cercanía a los pobres: el Papa a los participantes en el Congreso de Cáritas


(RV).- Sean estímulo y alma para que toda la comunidad crezca en la caridad y cercanía a los pobres: fueron las palabras del Papa Francisco al recibir esta mañana en el Aula Pablo VI a 700 participantes del Congreso de Cáritas de las Diócesis italianas, que acaba de concluir. El encuentro, tuvo lugar en ocasión de los 45 años del nacimiento de este organismo eclesial, “que el Papa Pablo VI quiso profundamente – subraya Francisco - y que quiso que tuviera carácter pastoral y educativo”.

En su discurso el Pontífice se refiere precisamente a la misión educativa del organismo, que “les pide el compromiso de un amor hacia todo ser humano, con una opción preferencial por los pobres, en los cuales Jesús mismo nos pide ayuda y cercanía. Un amor que se expresa a través de gestos y signos que representan una ‘modalidad congénita a la función pedagógica de Cáritas a todo nivel” – prosigue Francisco citando a su predecesor, Benedicto XVI.

El Papa reflexiona sobre los desafíos y las contradicciones de nuestro tiempo, donde, afirma, “Cáritas tiene la difícil y fundamental tarea de hacer que el servicio caritativo se transforme en un compromiso para cada uno de nosotros, es decir, que la comunidad cristiana entera se vuelva sujeto de caridad”. De ahí su objetivo principal - prosigue -  el de ser “estímulo y alma para que toda la comunidad crezca en la caridad y encuentre siempre nuevos caminos para acercarse a los más pobres”, en Italia, en Europa, en el mundo.

El Santo Padre subraya asimismo el relevante papel en la promoción y formación que Cáritas tiene con respecto a las diversas expresiones de voluntariado y su esencial “tarea de estímulo en relación a las instituciones civiles y de una adecuada legislación en favor del bien común y los grupos más débiles”.

Francisco insiste además en llevar adelante el compromiso para educar en el encuentro respetuoso y fraterno entre cultura y civilización y al cuidado de la creación, para una ecología integral.  De allí su aliento a no cansarse de “promover, con tenaz y paciente perseverancia, comunidades que tengan la pasión por el diálogo, para vivir  los conflictos en modo evangélico, sin negarlos sino volviéndolos ocasión de crecimiento, de reconciliación” y de buscar las “causas de la pobreza para tratar de removerlas”, “prevenir la marginación” y de “incidir en los mecanismos que generan injusticia”.

El Obispo de Roma los alienta asimismo a continuar su compromiso y cercanía hacia los inmigrantes, que asegura, “son siempre una riqueza y un recurso” en busca de la integración entre “pueblos extranjeros y ciudadanos italianos”.

Recordando que la caridad tiene su cuna en la familia, “Iglesia doméstica”, en el amor misericordioso que sabe acompañar e integrar situaciones de fragilidad, el Papa insiste en que las respuestas más completas a muchas necesidades “pueden ser ofrecidas precisamente por aquellas familias, que superando la tentación de la solidaridad ‘corta’ y ‘episódica’, eligen colaborar” ofreciendo su cotidiana disponibilidad.

“Con plena confianza en la presencia de Cristo y con el coraje que viene del Espíritu Santo, pueden seguir adelante sin miedo – asegura el Santo Padre – y responder siempre mejor al Señor que nos viene al encuentro en los rostros y las historias de las hermanas y hermanos más necesitados”. “Él espera la caridad, es decir, la caricia misericordiosa del Señor, a través de la mano de su Iglesia". 

(MCM-RV)








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