«María, cubre a la humanidad con tu manto celestial», nuestra audiencia en las redes

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(RV).- «Dios se goza y complace muy especialmente en María. En una de las oraciones más queridas por el pueblo cristiano, la Salve Regina, llamamos a María "madre de misericordia". Ella ha experimentado la misericordia divina, y ha acogido en su seno la fuente misma de esta misericordia: Jesucristo. Ella, que ha vivido siempre íntimamente unida a su Hijo, sabe mejor que nadie lo que él quiere: que todos los hombres se salven, y que a ninguna persona le falte nunca la ternura y el consuelo de Dios». Con este mensaje profundo el Papa Francisco se refirió a la importancia de la figura de María para todos los cristianos, durante la homilía de la misa de la Virgen de Guadalupe, que tuvo lugar el 12 de diciembre en la Basílica de San Pedro.

Escuchemos los mensajes de la comunidad espiritual de nuestro Facebook Radio Vaticana en español, ofrecidos a la Madre de Dios:

Marta Rojas escribe: «Madre, tú que te presentas a los pequeños y humildes de corazón, como lo era Juan Diego, enséñanos a trabajar la virtud de la sencillez y a borrar de nuestros corazones los sentimientos de envidia, rencor y soberbia».

Enrique Sánchez comparte: «María, hay tanta violencia en el mundo, tanto odio acrecentado por rivalidades políticas y económicas. Cubre a la humanidad con tu manto celestial, como el manto estrellado que trazaste en el ayate de Juan Diego. Necesitamos de tu protección».

Felipe Salvatierra reza: «Virgen María, estrella de la mañana, encomiendo a ti a todos tus hijos no creyentes, a las personas que se han alejado de Dios y a todos aquellos que han muerto sin haber recibido el sacramento de la confesión».

Papa Francisco: «A María santísima le encomendamos los sufrimientos y las alegrías de los pueblos de todo el continente americano, que la aman como madre y la reconocen como "patrona", bajo el título entrañable de Nuestra Señora de Guadalupe.

Nos unimos también  en oración al Papa Francisco, rezando por el alma de sus padres tal y como él lo expresó en una de las intenciones ofrecidas por él en la Misa de la Virgen de Guadalupe.

 Papa Francisco: «Oremos por el alma de mi padre y de mi madre, Mario y Regina, quienes me dieron la vida y me transmitieron la fe; quienes un día como hoy hace ochenta años, contrajeron matrimonio. Oremos al Señor».

El Papa concluye: «Que "la dulzura de su mirada nos acompañe en este Año Santo, para que todos podamos redescubrir la alegría de la ternura de Dios" (Bula Misericordiae vultus, 24). A Ella le pedimos en este año jubilar que sea una siembra de amor misericordioso en el corazón de las personas, de las familias y de las naciones. Que nos siga repitiendo: “No tengas miedo, acaso no estoy yo aquí que soy tu madre, Madre de misericordia”».

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