Virgen de Guadalupe, misionera de la misericordia

(RV).- La Iglesia Latinoamérica comparte con el mundo la alegría de su fiesta a Nuestra Señora de Guadalupe, la Madre de la Misericordia que abraza con su amor maternal al pueblo que le venera para llevarlos a Jesucristo. La Virgen María en su discipulado nos muestra la experiencia de vivir la misericordia siendo modelo de fe, esperanza y caridad.

“A imitación de María, estamos llamados a transformarnos en portadores de Cristo y testigos de su amor, mirando en primer lugar a aquellos que son privilegiados a los ojos de Jesús: «porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver». (Mt 25, 35-36)”, recordaba el Papa Francisco en el Ángelus de la solemnidad de la Inmaculada Concepción (08-XII-2015).

Esta invitación a ser misioneros de la misericordia también la recibimos al contemplar a la Madre de Dios, la Virgen de Guadalupe en sus apariciones a San Juan Diego en 1531. Mostrándose como la madre la humanidad para consolar con la misericordia de su Hijo, y para amar infinitamente como una Madre misericordiosa.

De la manifestación amorosa de la Virgen de Guadalupe con México, y tantos otros pueblos percibimos la obra misericordiosa de Dios. Por ello es modelo misericordioso para vivir este Año Santo. Decía el Santo Padre: “La Virgen Santa, primicia de los salvados, modelo de la Iglesia, esposa santa e inmaculada, amada por el Señor, nos ayude a redescubrir siempre más la misericordia divina como distintivo del cristiano. No se puede entender un cristiano verdadero que no sea misericordioso, como no se puede entender a Dios sin su misericordia” (08-XII-2015).

La Virgen de Guadalupe es misionera de la misericordia, que en la vida de la Iglesia latinoamericana ha mostrado el rostro misericordioso de Dios. Ha acogido a los hijos que sufren sus adversidades para transformarlas en experiencias de gracias con su maternal intercesión. Es modelo de la misericordia amando a Cristo, y a todos los hombres y mujeres que cobija en su manto maternal.

Padre Johan Pacheco para RADIO VATICANO.