2015-12-11 18:05:00

¡Imaginemos al Señor que toca a la puerta!


(RV).- El Jubileo de la Misericordia es un llamado de Dios no sólo a cruzar la Puerta Santa que es su Hijo Jesucristo, sino también abrir la puerta que permite dejarle entrar a Él en nuestra vida. Es una oportunidad para escuchar su Palabra e iluminar el camino hacia Él que es la paz y la salvación.

El Santo Padre nos ofrecía esta imagen del Señor llamando a la puerta en su catequesis (18 de Noviembre de 2015), decía: “El Señor no fuerza jamás la puerta: Él también pide permiso para entrar. El Libro del Apocalipsis dice: «Mira, estoy de pie a la puerta y llamo. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (3, 20). ¡Imaginemos al Señor que toca a la puerta de nuestro corazón! –decía el Papa-. Y en la última gran visión de este Libro del Apocalipsis, así se profetiza sobre la Ciudad de Dios: «Sus puertas no cerrarán, pues allí no habrá noche», lo que significa para siempre, porque «allí no habrá noche» (21, 25).

Con esta singular imagen de Jesucristo tocando la puerta de nuestro corazón, el Papa exhortaba a mantener las puertas abiertas: “¡Nada de puertas blindadas en la Iglesia, nada! ¡Todo abierto!”. Este simbolismo nos hace pensar en las posibilidades de encontrarnos con los demás; y las corrientes de aire que pueden refrescar nuestra estancia, es la acción del Espíritu Santo cuyo soplo hace del cristiano una Iglesia viva.

La Puerta Santa que abrimos y atravesamos permite iluminar esa noche que se convierte en amanecer, y encender con el Evangelio la antorcha de la misericordia para llevar la paz del Señor y muchos escuchen su llamado durante este Año Santo.       

Padre Johan Pacheco para RADIO VATICANO.








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