Programa en español para Guinea Ecuatorial y África

(RV).- Con un apremiante llamamiento ante los dolorosos episodios  de violencia en la República Centroafricana, el Papa Francisco anunció el pasado domingo que «para manifestar la cercanía orante de toda la Iglesia a esta Nación tan afligida y atormentada y exhortar a todos los centroafricanos a ser testimonios de misericordia y reconciliación, el domingo 29 de noviembre», tiene el anhelo de abrir la Puerta Santa en la catedral de Bangui, en el Viaje Apostólico que espera realizar a esa Nación.

Llevamos el apellido de Dios, nuestro apellido es Dios, porque somos hijos de Dios, destacó el Papa Francisco en sus palabras antes del rezo del Ángelus del pasado domingo, 1 de noviembre, solemnidad de Todos los Santos, haciendo hincapié en la comunión de nuestra gran familia, formada por todos los miembros de la Iglesia. Por los que peregrinamos aún en la tierra y los que ya están en el Cielo. Es la comunidad de todos los bautizados, es la «comunión de los santos».

Santos que son ejemplos que debemos imitar y que no son solo los canonizados

El camino que conduce al Cielo va contracorriente: es Jesús, es el de la santidad y el de la felicidad

En la tarde de la Solemnidad de Todos los Santos, colocando una rosa blanca en una tumba del cementerio romano del Verano, el  Obispo de Roma rindió homenaje a los difuntos que la Iglesia conmemora el 2 de noviembre.

En su homilía de la Misa evocó el Evangelio de las Bienaventuranzas, camino que conduce al Cielo: «camino difícil de comprender porque va contracorriente, pero el Señor nos dice que el que lo toma es feliz, antes o después es feliz». El Papa recordó que con el corazón despojado de la mundanidad se nos espera en el reino de los Cielos

«Éste es el camino de la santidad, el mismo de la felicidad. El camino de Jesús, aún más Él mismo es este Camino: el que camina con Él y pasa a través de Él entra en la vida, en la vida eterna. Pidamos al Señor la gracia de ser personas sencillas y humildes, la gracia de saber llorar, de ser mansos, de trabajar por la justicia y la paz. Y, sobre todo, la gracia de dejarnos perdonar por Dios para ser instrumentos de su misericordia»

En el cementerio del Verano de Roma, el Papa Francisco celebró la Misa de sufragio, la víspera de la conmemoración de los Difuntos. En su homilía recordó que los Santos nos ayudan a caminar en el camino indicado por Jesús

Con nuestro Señor: vida, salvación, resurrección y alegría. Con Jesús, siervos según su corazón. No funcionarios que prestan servicio, sino hijos amados que donan la vida por el mundo. Palabras del Papa Francisco al celebrar, como es tradicional la Santa Misa en sufragio por los cardenales y Obispos que fallecieron en el curso  del año.

«En esta tierra han amado a la Iglesia su esposa y nosotros rezamos para que en Dios puedan gozar la alegría plena, en la comunión de los santos», destacó el Santo Padre en esta celebración, también tradicional al comienzo del mes de noviembre, marcado por el recuerdo y la oración por los fieles difuntos.

Con un apremiante llamamiento por los hermanos y hermanas que sufren por Cristo en Oriente Medio y en todo el mundo, el Papa señaló que mañana se celebra en Polonia la Jornada de la Solidaridad con la Iglesia perseguida - cuya ayuda espiritual y material está dirigida este año en particular a los cristianos en Siria - promovida por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada junto con la Conferencia Episcopal Polaca.

«Pidamos a la Virgen María que nos ayude a vivir cada vez más las experiencias del perdón y de la reconciliación», fue la exhortación del Papa Francisco en español, resumiendo su catequesis de la audiencia general de esta semana, en la que recordó el próximo Jubileo de la Misericordia y el testimonio de las familias.

(CdM – RV)