2015-10-31 15:01:00

Programa en español para Guinea Ecuatorial y África


¡Con la Madre de Dios y Madre nuestra, sigan donando algo grande y único: la esperanza que nos da Cristo, afianzada en la Resurrección y testimoniada con la fe y las obras de caridad!

(RV).- Resuenan las palabras de aliento del Papa Francisco a la Familia mundial de Radio María, presente en 70 países de los cinco continentes con una audiencia de más de 30 millones de personas cada día.

El Santo Padre alentó asimismo a perseverar en su misión y carisma de Radio María, con fidelidad al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia, a la escucha de los más pobres y marginados.

Y hoy nos acompaña el P. Andrés Esteban Benda, Director de Radio María en Guinea Ecuatorial, que participó en la audiencia del Santo Padre y que fue entrevistado en el marco del VI Congreso mundial de las emisoras marianas, por nuestra compañera Griselda Mutual.

¡Oremos los unos por los otros, por la paz y la justicia para la humanidad  y sirvamos a los pobres!

Fue la invitación del Papa Francisco a los representantes de las otras religiones en la audiencia general interreligiosa dedicada a los 50 años de la declaración conciliar Nostra Aetate

El Obispo de Roma recordó que gracias al camino emprendido por el Concilio, en estas cinco décadas se ha transformado la relación entre cristianos y judíos, indiferencia y oposición se han vuelto colaboración y benevolencia. Conocimiento, respeto y aprecio mutuo también con las otras religiones, en especial con los musulmanes.

«El Señor desea que todos los hombres se reconozcan hermanos y vivan como tales, formando la gran familia humana en la armonía de la diversidad», reiteró el Papa Francisco en sus palabras en español.

El Papa pidió también oraciones por las poblaciones de Pakistán y Afganistán, golpeadas por un fuerte terremoto, deseando que «no les falte nuestra solidaridad concreta».

Con  la Santa Misa que celebró el Santo Padre en la Basílica de San Pedro, concluyó la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la familia.

Invitando a todos a dar gracias a Dios por las tres semanas de intenso trabajo, animado por la oración y por un espíritu de verdadera comunión, el Papa señaló que «ha sido arduo, pero ha sido un verdadero don de Dios, que seguramente traerá muchos frutos».

Introduciendo el rezo mariano del Ángelus, el Sucesor de Pedro hizo hincapié en que el «sueño» de Dios - «desde siempre y por siempre, es el de formar un pueblo, de reunirlo, de guiarlo hacia la tierra de la libertad y de la paz».

La Iglesia no abandona a los que sufren. Recordando a «los prófugos en marcha por los caminos de Europa, una realidad dramática de nuestros días», el Papa añadió que «Dios también les dice a ellos: ‘Habían partido llorando, pero yo los traigo llenos de consuelo’.

Y aseguró que también estas familias tan sufrientes, desarraigadas de sus tierras, han estado presentes en el Sínodo, en nuestra oración y en nuestros trabajos, a través de la voz de algunos de sus Pastores presentes en la Asamblea.

Y que estas personas en busca de dignidad, estas familias en busca de paz siguen permaneciendo con nosotros, la Iglesia no las abandona, porque forman parte del pueblo que Dios quiere liberar de la esclavitud y guiar hacia la libertad.

(CdM – RV)








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