TU COMENTARIO AYUDA, tu opinión cuenta
«Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?», fue la pregunta que le hizo un joven a Jesús, narrada en el Capítulo 10 del Evangelio de San Marcos. Los jóvenes de nuestro tiempo también se plantean preguntas como la que formuló este joven miles de años atrás: ¿Cómo alcanzar la felicidad? ¿Cómo autorrealizarnos plenamente ¿Cómo dar sentido a nuestra existencia?. Vivimos sumergidos en un sistema social y tecnológico que cambia y avanza vertiginosamente, que promueve u ra los jóvenes de hoy escoger los caminos correctos que los conduzcan a esa “vida eterna” de la que hablaba aquel joven del Evangelio, al cual Jesús miró, amó y dio una respuesta.
Y yo les pregunto a ustedes, jóvenes, chicos y chicas, que están en la plaza de San Pedro, dijo el Papa Francisco: ¿Han percibido la mirada de Jesús sobre ustedes? ¿Qué le quieren responder? ¿Prefieren dejar esta plaza con la alegría que nos da Jesús o con la tristeza en el corazón que la mundanidad nos ofrece?
La comunidad espiritual de nuestro Facebook, Radio Vaticana en español contesta las preguntas del Papa:
Pedro López comparte: “Existe un gran potencial dentro del corazón de tantos jóvenes que quieren encontrar respuestas a los misterios de Dios. No cometamos el error de poner distancia entre nuestra juventud y Jesús. Él se quedó con nosotros, nos escucha y nos ayuda. No estamos solos”.
Ana Lisboa escribe: “El joven del Evangelio se entristece al comprender que para seguir a Jesús no es suficiente cumplir con los mandamientos y procurar ser una buena persona; sino que él nos pide que lo dejemos todo, que compartamos nuestros bienes, que nos despojemos de nuestras comodidades, superficialidades y egoísmos, que salgamos de nuestra zona de confort entregando nuestra vida al servicio de los demás. Dejémonos mirar por Jesús y apostemos por él”.
Rosa Petroni comenta: “Sentimos la mirada de Jesús en la oración frente al sagrario, en la eucaristía, en el silencio reflexivo. Pidamos a Dios la gracia del valor y del coraje para poder seguir a Jesús en este mundo. Comprendo la tristeza del joven del Evangelio al darse cuenta que para alcanzar la vida eterna hay que dar algo más valioso que las riquezas y bienes materiales: la propia vida, poniéndola al servicio de los demás, porque es lo que más nos cuesta dar”.
También nuestros seguidores en Twitter @news_va_es comentan:
Mónica Ovelar dice: “Jesús también se entristece cuando nosotros, jóvenes, elegimos la vida cómoda en lugar de la vida misionera cristiana que él nos invita a vivir”.
Sebastián Pérez escribe: “Aunque no es sencillo, vale la pena elegir la alegría que ofrece Jesús, antes que optar por la mundanidad de esta sociedad”.
Ana Torres dice: “Jóvenes, que las palabras del Papa no entren por un oído y salgan por otro, sino que den raíces en nuestros corazones”.
Pía Lizarra escribe: «Si para muchos ser joven significa hacer locuras, apostemos entonces por la “locura” de seguir a Jesús y “vender todo”, y poner la vida al servicio demás».
«TU COMENTARIO AYUDA, tu opinión cuenta». Producción, Facebook, Radio Vaticana en Español.
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