2015-09-17 13:44:00

El Papa Francisco reza por la crisis humanitaria siria e iraquí



(RV).- Al final de la mañana – del tercer jueves de septiembre – el Papa Francisco recibió en audiencia a los participantes en el encuentro organizado por el Consejo Pontificio Cor Unum sobre la crisis humanitaria siria e iraquí. Cabe destacar que a esta iniciativa han dado su adhesión más de treinta organismos caritativos católicos, en continuidad con la ruta emprendida durante los últimos tres años, para trazar un balance acerca del trabajo desarrollado hasta ahora en el contexto de la situación actual, compartiendo las diversas informaciones sobre su evolución y las respuestas de la Iglesia ante la situación humanitaria.

En su discurso, el Santo Padre les agradeció su participación con organismos caritativos e Iglesias locales y les manifestó su reconocimiento por la asistencia que llevan a las víctimas de la crisis en Siria, Iraq y en los países cercanos, junto al consuelo que su presencia y su obra inspiran en quien sufre. De ahí que el pensamiento del Papa se haya dirigido también a los muchos otros organismos que trabajan en este contexto.

Tras saludar a todos los presentes, Obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos, con un pensamiento especial al Sr. Steven O’Brien, Subsecretario General de las Naciones Unidas para los Asuntos Humanitarios; y a Monseñor  Giampietro Dal Toso, secretario del Consejo Pontificio Cor Unum, el Papa Francisco agradeció a este Dicasterio el hecho de haber seguido con constancia esta crisis humanitaria, que “nos interroga – dijo – a todos”.

“Uno de los dramas humanitarios más oprimentes de los últimos decenios – dijo también el Obispo de Roma  –  lo representan las terribles consecuencias que los conflictos en Siria e Iraq tienen sobre las poblaciones civiles y, asimismo, sobre el patrimonio cultural”.

En  efecto, Francisco afirmó que millones de personas se encuentran en un preocupante estado de urgente necesidad, constreñidas a dejar sus propias tierras de origen. “El Líbano, Jordania y Turquía – añadió el Pontífice – cargan hoy con el peso de millones de refugiados, a quienes han acogido generosamente”. Y dijo que “frente a un escenario semejante, y a los conflictos que van extendiéndose, turbando de manera inquietante los equilibrios internos y regionales, la comunidad internacional no parece capaz de respuestas adecuadas, mientras los traficantes de armas prosiguen con sus intereses”.

Después de destacar  que hoy, a diferencia del pasado, las atrocidades e inauditas violaciones de los derechos humanos que caracterizan estos conflictos, son difundidos por los medios de comunicación en tiempo real,  el Papa afirmó que “nadie puede fingir que no sabe”. Porque “todos somos conscientes de que esta guerra pesa de modo cada vez más insoportable sobre los hombros de la pobre gente”. “Es necesario – dijo Francisco –  encontrar una solución, pero que no sea violenta, porque la violencia crea sólo nuevas heridas”. 

De ahí que “en este océano de dolor, el Pontífice exhortó a los participantes a poner una atención especial a las necesidades materiales y espirituales de los más débiles e indefensos”. Y lo dijo pensando especialmente en las familias, los ancianos, los enfermos y los niños. “Los niños y los jóvenes – afirmó el Sucesor de Pedro – esperanza para el futuro, son privados de los derechos fundamentales: crecer en la serenidad de la familia, ser atendidos y curados, jugar y estudiar. Millones de niños, con la prolongación del conflicto, están privados del derecho a la instrucción y, en consecuencia, ven ofuscarse el horizonte de su futuro”. Por  esta razón les pidió: “Que no falte su empeño en este ámbito tan vital”.

“A todos ustedes – concluyó diciendo el Papa Bergoglio –  les pido que lleven mi mensaje de profunda y solidaria cercanía a cuantos están en la prueba y sufren las trágicas consecuencias de esta crisis. En comunión con ustedes y con sus comunidades, rezo incesantemente por la paz y por el fin de los tormentos y de las injusticias en sus amadas tierras”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).








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