2015-09-16 13:39:00

Francisco pide solidaridad, justicia y participación en el respeto de la creación


(RV).- El Santo Padre Francisco comenzó sus actividades públicas a las 9.00, recibiendo en audiencia, en el estudio del Aula Pablo VI del Vaticano, a unos 30 Ministros del Ambiente de los países de la Unión Europea.

A todos ellos, el Obispo de Roma los saludó cordialmente, destacando que el cargo que ocupan ha adquirido en los últimos años mayor importancia en favor del cuidado de la casa común. Porque como dijo el Papa, el ambiente es un bien colectivo, patrimonio de la entera humanidad, y responsabilidad de cada uno de nosotros.

Y añadió que se trata de una responsabilidad que no puede ser transversal, sino que requiere la colaboración eficaz de la entera comunidad internacional.

Tras agradecer vivamente su presencia, el Pontífice afirmó que este encuentro le ofrecía la oportunidad de compartir con ellos, si bien brevemente, algunas reflexiones, también con vistas a los importantes acontecimientos internacionales de los próximos meses, como son la adopción de los objetivos del desarrollo sostenible y la Conferencia de París sobre el clima.

Francisco se detuvo en tres principios, a saber: el de la solidaridad, palabra olvidada de la que a veces se abusa; el principio de la justicia, al que se refiere en su EncíclicaLaudato sì”, aludiendo a “la deuda ecológica”, sobre todo entre el Norte y el Sur del planeta, y que tiene que ver con los desequilibrios comerciales y con sus consecuencias en ámbito ecológico, así como con el uso desproporcionado de los recursos naturales.

Y, por último, el principio de la participación, que requiere que todas las partes estén implicadas, para participar en las decisiones. Porque como dijo el Santo Padre, vivimos en un momento histórico muy interesante, en el que, por una parte la ciencia y la tecnología ponen en nuestras manos un poder sin precedentes; y, por otra, el uso correcto de semejante poder presupone una visión más integral e integrante. Es decir, requiere abrir las puertas a un diálogo, diálogo inspirado por esta visión enraizada en aquella ecología integral, que es el objeto de la encíclica “Laudato sì”.

El Papa dijo que, obviamente, se trata de un gran desafío cultural, espiritual y educativo. Por lo que invocó solidaridad, justicia y participación por el respeto de nuestra dignidad y por el respeto de la creación.

(María Fernanda Bernasconi - RV). 








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