Entrevista al Papa Francisco de Radio Milenium de Buenos Aires

Estar en medio del pueblo

(RV).- El Papa Francisco concedió una entrevista, por primera vez a una radio independiente, no confesional, al periodista Marcelo Figueroa, evangélico protestante y amigo personal suyo, de la emisora argentina FM Milenium 106.7 de Buenos Aires, que fue transmitida integralmente el 13 de septiembre durante el programa titulado “Diálogo para el encuentro”.

En una agradable conversación de poco más de cuarenta minutos, centrada en la amistad, el encuentro, el diálogo y el cuidado de la creación, el Santo Padre  afirmó que “un amigo no es un conocido, uno con el cual pasa un buen rato de conversación. La amistad es algo hondo”. Y añadió: “Yo creo que Jesús quiso que se diera esto.  Más allá de tu chiste de que sos ‘la oveja protestante mía’, está ese acercamiento humano de poder hablar de cosas comunes con hondura”.

“La amistad es un acompañar la vida del otro” – afirmó Francisco – y recordó que “las verdaderas amistades, no se explicitan, se dan y se van como cultivando. A tal punto que la otra persona ya entró en mi vida como preocupación, como buen deseo, como sana curiosidad de saber cómo le va a él, a su familia,  a sus hijos  Es decir que uno va entrando”.

Trabajar por una cultura del encuentro

“La actitud de Dios con su pueblo está preñada de cariño paternal, por supuesto, pero también de amistad” –  dijo el Papa –. Y al recordar las palabras de Jesús a sus discípulos en la Última Cena:  “Ya no los llamo siervos, sino amigos”, destacó la importancia de abrir el corazón para entrar en ese diálogo de amistad.

Hablando de la urgencia del encuentro, del diálogo y de la amistad entre las diversas confesiones religiosas, el Santo Padre reafirmó que frente a la “cultura de enemistad”, es necesario “trabajar por una cultura del encuentro, es decir, por la hermandad” y no juzgar, puesto que “juez es sólo Dios”.

Los peligros del fundamentalismo

Al señalar los fundamentalismos que tratan de destruir, porque “son fieles a una idea, pero no a una realidad”, Francisco advierte acerca del peligro que representa esa “oscuridad transversal que nos quita horizonte” y hace que nos encerremos en nuestras propias convicciones y – entre comillas – ideologías”. “Es una muralla – dijo – entonces no hay encuentro”.

El sacerdote debe construir puentes y no aislarse

A propósito de la importancia del encuentro, recordando los gestos del Papa cuando se acerca a los fieles para abrazarlos, el periodista le preguntó cómo vive esos momentos. A lo que el Pontífice respondió que siente la necesidad de acercarse, de la proximidad. Y subrayó que cuando se encuentra con la gente, siente el abrazo de Jesús.

En cuanto a la misión de la Iglesia el Pontífice afirmó que un pastor que no se acerca a su pueblo no es pastor, porque el cura tiene que ser un puente con los fieles, y añadió – refiriéndose a los obispos o al mismo Papa – que cuando un sacerdote se aísla, tanto en su postura hierática como legalista, no construye puentes.

Un pastor no tiene límites

Al recordar que muchos, aun ateos, de alguna manera dicen: “Bueno, yo no soy católico pero este Papa me cae bien”. El periodista le preguntó si en esto ve una misión también fuera de los límites de la Iglesia y aun para todas las personas de buena voluntad del mundo. A lo que el Santo Padre respondió que entiende su modo de “ser cura”, como un encuentro con los fieles, para escuchar no sólo las confidencias de sus dolores, sino también los buenos consejos que dan, porque un pastor, independientemente de la confesión a la que pertenezca, no tiene límites, sino que debe luchar contra sus propios egoísmos, para que no anulen lo que Jesús pide, que es estar en medio del pueblo.

No somos amigos de la creación

A propósito de su Encíclica “Laudato Si’”, cuya importancia subrayó el periodista, el Papa se refirió también al maltrato de la creación, y a la mala relación que los seres humanos tienen con la creación en la actualidad, en que se vive en un sistema que ha desplazado al hombre del centro para colocar el dinero en ese lugar, volviendo a recordar, además, el concepto del trabajo esclavo.

En efecto, a propósito del cuidado de la creación, el Papa Bergoglio insistió en la incultura que provoca el hombre cuando se apropia con suficiencia y soberbia, más allá de los límites que la misma naturaleza le está dando. También se refirió a la deforestación para hacer monocultivos y se detuvo en el tema de las represas hidroeléctricas que pueden provocar un desequilibrio del ecosistema.

(María Fernanda Bernasconi - RV).