Ser fermento Evangelizador en la sociedad, pide el Papa a las familias en la Catequesis

REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

“Que el Señor nos ayude a que las familias sean fermento evangelizador de la sociedad, ese vino bueno que lleve la alegría del Evangelio a todas las gentes”, fue el ruego de Francisco al Señor en la Audiencia General del miércoles 2 de setiuembre de 2015, en la plaza de san Pedro en Roma.

“Hoy abordamos el tema de la familia como transmisora de la fe –explicó en esta ocasión el Obispo de Roma-. Tanto en sus palabras como en sus signos –dijo-, el Señor pone con frecuencia los lazos familiares como ejemplo de nuestra relación con Dios. La sabiduría encerrada en esos afectos familiares, que ni se compran ni se venden, es el mejor legado del espíritu familiar y Dios se revela a través de este lenguaje”.

Afirmando que “por otro lado, la fe y el amor de Dios purifican los afectos familiares del egoísmo y los protegen del degrado. Los abre a un nuevo horizonte que nos hace capaces de ver más allá, de ver a todos los hombres como una sola familia. De ese modo, quien hace la voluntad de Dios y vive en su amor, es capaz de ver a Jesús en el otro y de ser para él un verdadero hermano”.

El Sucesor en la Cátedra de Pedro declaró que “llevar este estilo familiar a todas las relaciones humanas nos haría capaces de cosas impensables, sería una bendición para todos los pueblos y un signo de esperanza sobre la tierra. Se da ahí una comunicación del misterio de Dios más profunda e incisiva que mil tratados de teología”.