2015-07-15 15:31:00

Desde los ojos de Francisco en el viaje a Latinoamérica


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

TEXTO BREVE DE 3 MINUTOS 40

ENTREVISTA DE 23 MINUTOS

A una cierta distancia, adelante del papa móvil y desde adentro de las vallas, y sobre todo inmediatamente detrás del papamóvil, he podido ver a la gente en largos trayectos, desde la misma perspectiva que los ve físicamente el Papa, especialmente en Guayaquil. Y fue para mí lo más impactante y verdaderamente único, este contacto directo con la periferia de la periferia, podríamos decir, porque en muchos casos se trata de personas que esperaron horas y horas bajo el sol, el frio o la lluvia, solamente para ver pasar a Francisco un instante. No se trata de los cientos de miles de los encuentros, eventos y celebraciones solamente, sino también de las multitudes que esperaron, recibieron y vieron pasar a Francisco en la calle, tantas veces a muchos kilómetros del lugar del evento.

La alegría y emoción tan fuerte de tanta gente que gritaba, reía llena de felicidad o se abrazaban llorando por haber visto la sonrisa de Francisco o haber recibido su bendición, a lo largo de las calles, es algo indudablemente espiritual, sagrado algo que tiene que ver con la esperanza que suscita la reedición del Evangelio de Jesucristo que Francisco realiza con su cercanía a la gente, especialmente a sus llagas, para compartir sus penas y sus anhelos, como Jesús, por Jesús y con Jesús.

“Es el Vicario de Cristo, es el Papa que viene a bendecirnos” me respondieron varios a la pregunta de por qué estaban ahí y tan contentos. El pedido de bendición a viva voz, en carteles, levantando los niños, es algo religioso, espiritual, sagrado; es un “sacramental”, es decir, el umbral del sacramento. Y estos Encuentros del Papa con la gente en Latinoamérica entran en este marco de la acción misma de Dios en el corazón del Pueblo. Y el signo, el efecto, el síntoma es la alegría, el gozo por el Encuentro con Dios. Francisco habla de la alegría de ser Pueblo, de un gozo superior, y lo relaciona con la identidad, la pertenencia, la misión. En los encuentros con sacerdotes obispos, religiosas y religiosos, Francisco invitó a servir al “santo pueblo fiel de Dios”, precisamente en este sentido del encuentro de Dios con su Pueblo; de la "mistica popular".

Si el cielo es así yo lo quiero ya

Todo esto que quiero decir, lo explica clara y hermosamente desde su propia experiencia y en pocas palabras la hermana Rosalva: “Para mí es una emoción muy grande la presencia de Francisco y a la vez una fuerza espiritual que él transmite. Hoy estuve en Caacupé y el Papa estuvo muy cerca. Y cuando pasó sentí como un impacto de su presencia y decía en mi interior: Como será cuando me encuentre con Jesús si ahora con su representante siento esto. Va a ser mucho más con Jesús. Y si es así, solo como ahora, yo quiero el cielo ya. Estoy muy agradecida.”

El agradecido soy yo infinitamente mi querida hermanita Rosalva. Que Dios me la bendiga mucho por su testimonio.








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