2015-07-04 15:54:00

Programa en español para Guinea Ecuatorial y África


(RV).- En la víspera del Viaje Apostólico del Papa Francisco  - del 5 al 13 de julio – a Ecuador, Bolivia y Paraguay, recordamos sus palabras – en el vídeo mensaje enviado a estas «tres naciones hermanas en esas tierras del Conteniente americano».

Pidiendo que sean «perseverantes en la fe, que tengan el fuego del amor, de la caridad y que se mantengan firmes en la esperanza que nunca defrauda», el Obispo de Roma ruega que unan sus oraciones a las suyas para que «el anuncio del Evangelio llegue a las periferias más alejadas y siga haciendo que los valores del Reino de Dios sean fermento de la tierra también en nuestros días».

«Que la Virgen Santa los cuide, como Madre de América, los cuide y que el Señor los bendiga. Muchas gracias, hasta prontito y, por favor, no se olviden de rezar por mí», concluyó.

También en la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, pidió que se le acompañe con la oración en este viaje latinoamericano, «para que la Virgen María nos dé la gracia de acompañarnos a todos con su maternal protección».

En la fiesta de los patronos principales de la Iglesia de Roma, el Santo Padre bendijo los palios para los 46 nuevos Arzobispos metropolitanos, nombrados a lo largo del año, en la Basílica de San Pedro, y los llamó junto con todos los Obispos del mundo a la oración, a la fe y al testimonio.

En su homilía, el Papa Francisco recordó «las atroces, inhumanas e inexplicables persecuciones, que desgraciadamente perduran todavía hoy en muchas partes del mundo, a menudo bajo la mirada y el silencio de todos». Y veneró la valentía de los Apóstoles que evangelizaron  sin miedo a la muerte. Testimonio que llama a la oración: una Iglesia en oración es sólida y un cristiano que reza está protegido y no está solo. A menudo el Ángel nos ayuda, acaricia, consuela, aunque por el miedo no le abrimos la puerta. La fe nos fortalece aun ante los que, dentro y fuera de la Iglesia, intentan acabar con ella, que permanece viva. La Iglesia no es de los Papas, de los obispos, de los sacerdotes y tampoco de los fieles, sino de Cristo.

«Una Iglesia o un cristiano sin testimonio es estéril, un muerto que cree estar vivo, un árbol seco que no da fruto, un pozo seco que no tiene agua. La Iglesia ha vencido al mal gracias al testimonio valiente, concreto y humilde de sus hijos».

El Obispo de Roma destacó con mucho agrado la presencia de la «Delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, enviada por el querido hermano Bartolomé I».

Y en el rezo a la Madre de Dios señaló que María, Pedro y Pablo: son nuestros compañeros de viaje en la búsqueda de Dios. 

(CdM - RV)

 








All the contents on this site are copyrighted ©.