2015-06-23 14:15:00

Resuenan las palabras del Papa a la comunidad Valdense de Turín


Actividades de la Santa Sede

(RV).- Resuenan aún las palabras del Papa Francisco a la comunidad de la Iglesia Evangélica Valdense de Turín, con quienes se reunió la mañana del cuarto lunes de junio en un encuentro histórico, dado que se trató de la primera vez por parte de un Sucesor de Pedro y durante el cual el Santo Padre les pidió que perdonen a la Iglesia Católica por las actitudes y los comportamientos no cristianos, incluso no humanos que se verificaron contra ellos  en la historia.

“Les pido perdón por las actitudes y los comportamientos no cristianos, incluso no humanos que, en la historia, hemos tenido contra ustedes. En nombre del Señor Jesucristo, ¡perdónenos!”.

El Santo Padre, comenzó su alocución con un recuerdo personal de sus encuentros anteriores con los amigos de esta Iglesia Evangélica del Río de la Plata, cuando era Arzobispo de Buenos Aires, de los que tal como él mismo dijo pudo apreciar su espiritualidad y su fe y de los que aprendió tantas cosas buenas.

Además el Papa puso de relieve el  redescubrimiento de la fraternidad a pesar de las diferencias, por lo que la comunión, dijo, está en camino. Se trata de un lazo que no está basado sólo en criterios humanos, sino en el encuentro con el amor de Dios que se nos revela en Jesucristo y en la acción transformadora del Espíritu Santo que nos asiste en el camino de la vida.

Por otra parte, Francisco manifestó su deseo de que las diferencias que siguen existiendo entre ambas Iglesias sobre importantes cuestiones antropológicas y éticas no deben impedir que se encuentren formas de colaboración en estos y otros ámbitos.

Este emotivo encuentro concluyó con el Canto Coral y el rezo del Padrenuestro a lo que siguió el intercambio de dones. El Moderador de la Iglesia Valdense del Río de la Plata, Oscar Udri, se dirigió al Pontífice en su propio idioma – llamándolo “hermano Francisco” – para manifestar las actividades que unen a las dos Iglesias que profesan al único Señor, invitándolo, además, a un nuevo encuentro con ellos. Escuchemos sus palabras:

(María Fernanda Bernasconi - RV).








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