2015-02-16 18:26:00

“La precariedad nos interpela y nos llama a una mayor solidaridad”, el Papa a la Asociación Pro Petri Sede


(RV).- ''Les agradezco por su compromiso al servicio de los pobres. El creciente número de personas marginadas y que viven en gran precariedad nos interpela y nos llama a una mayor solidaridad para ofrecerles el apoyo material y espiritual que necesitan''. Son las palabras del Santo Padre a los miembros de la Asociación Pro Petri Sede, la asociación de Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos, que ofrecen ayuda económica anual para las necesidades de la Santa Sede, a quienes recibió en Audiencia esta mañana en ocasión de su peregrinación a la tumba de los apóstoles Pedro y Pablo.

''Al mismo tiempo tenemos mucho que recibir de los pobres a los que nos acercamos y ayudamos. Luchando con sus dificultades, a menudo dan testimonio de lo esencial, de los valores familiares; son capaces de compartir con aquellos que son más pobres que ellos y lo saben disfrutar, como también he podido constatar en mi reciente viaje apostólico a Asia”.

El Sucesor de Pedro los animó a pedir al Señor, en ocasión de este tiempo de Cuaresma que comienza, que les de ''un corazón misericordioso y pobre, que conozca su propia pobreza y se entregue a los demás'', invitándolos a no ser indiferentes:

“La indiferencia y el egoísmo están al acecho. La atención a los pobres nos enriquece poniéndonos en un camino de humildad y verdad''.

Además recordó la preciosa labor que realizan ayudando a las poblaciones más necesitadas del mundo ofreciéndoles el consuelo espiritual de no sentirse olvidados en sus dificultades y de conservar la esperanza. El Papa les invitó a rezar con insistencia por la paz ''para que los responsables políticos encuentren caminos de diálogo y reconciliación'' y les deseó que su peregrinación ''aumente en cada uno el sentido de pertenencia a la Iglesia, que es una gran familia, y la alegría de proclamar a todos el Evangelio. ''Que la fraternidad se fortalezca entre ustedes para que puedan llevar a cabo su misión al servicio de los pobres y de los pequeños, por los que Jesús tiene un amor especial''.

Antes de concluir, dedicó unas palabras a Bélgica y Holanda, ''dos piases – destacó el Papa – que han llenado el mundo de misioneros y hoy están en crisis vocacional''. Así pidió a los presentes que ''llamaran al corazón de Jesús para que no se olvide de la generosidad de estos dos países y les envíe vocaciones para que la vida de fe pueda crecer más''.

''Ustedes trabajan con pobres y aman a los pobres, pero también piensen en los pobres de fe, que no tienen fe porque no tienen quien se la predique. Que el Señor envíe sacerdotes para anunciar la fe, y por favor, recen por las vocaciones de sus países''.








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