2014-11-27 18:03:00

El final se junta con el inicio en la liturgia de Jesús de Nazaret


 

Reflexiones en Frontera, jesuita Guillermo Ortiz, Radio Vaticana

Como en círculos concéntricos, en esta semana última del ciclo litúrgico, se tocan la imagen gloriosa de Cristo rey, juez y pastor que -acabado el tiempo de la prueba-, viene definitivamente para gratificar con su abrazo a los que lo abrazaron a él en ese pequeño, pobre o herido, próximo a nosotros, en el que él se esconde, con la otra imagen de la larga espera y gestación del rostro y el cuerpo del Hijo de Dios hecho carne en el seno de María de Nazaret, que nace pobre en una gruta de Belén.

Se junta el Cristo en el esplendor de victoria, sometido todo hasta la muerte misma, que viene al final de los tiempos como juez, con el inicio de la liberación del hombre por la encarnación del Hijo de Dios.

“Maranatha”: ¡Ven Señor Jesús! Las palabras finales de la Escritura sagrada, validas para la venida del Hijo de Dios en la carne, como para la venida de Cristo victorioso como Juez, están en la oración del sábado 29, víspera del inicio del nuevo año litúrgico el 1er domingo de adviento, el 30 de noviembre. En evangelio de Lucas, del sábado, Jesús exhorta “Velen en todo momento, rezando para poder comparecer ante el Hijo del Hombre”. Y en el evangelio de Mateo el domingo 30, también Jesús pide a sus discípulos misioneros: “Estén atentos, porque no saben cuando el dueño de casa regresará…Que no los encuentre dormidos”.

Podríamos tomar como letanía para repetir durante la semana el “Maranatha”: ¡Ven Señor Jesús!, pidiendo a Jesús que venga a nuestra comunidad de oración, al grupo de nuestros familiares y amigos con los que estamos compartiendo la vida cotidiana. Que venga al equipo de trabajo de evangelización, para que sea él el espíritu y la fuerza de nuestra misión.

Twitter: @jesuitaguillo








All the contents on this site are copyrighted ©.