Papa: María, Sínodo, familia, Teresa de Jesús y Juan Pablo II
(RV).- (con audio) La intercesión de
la Madre de Dios en los trabajos del Sínodo para la Familia, los santos Teresa de
Jesús y Juan Pablo II, la Fundación Ratzinger- Benedicto XVI y su impulso para la
paz y la dignidad humana, ante el Congreso organizado en la ciudad colombiana de Medellín,
en los saludos del Papa Francisco en su audiencia general de este miércoles.
En
el día de la memoria litúrgica de Santa Teresa de Jesús, proclamada por Pablo VI Doctora
de la Iglesia, la primera mujer con este título, el Papa Francisco recordó también
que el 16 de octubre es el aniversario de la elección pontificia de Juan Pablo II,
en 1978. Lo hizo en sus cordiales saludos a los peregrinos polacos, destacando lo
que aúna a estos dos santos:
«Hoy recordamos a Santa Teresa de Jesús, carmelita
descalza y Doctora de la Iglesia. Y mañana se celebra el aniversario de la elección
a la Sede de Pedro de San Juan Pablo II. Estos dos Santos están unidos por la consagración
de sí mismos a Dios, por su dedicación a la Iglesia y por la vida mística. Aprendamos
de ellos su radicalidad evangélica y su crecimiento en la comunión plena con Dios».
En
su cordial bienvenida a los peregrinos de lengua italiana, el Papa Bergoglio se dirigió
en particular a los participantes en el IV Congreso internacional de la Fundación
Ratzinger-Benedicto XVI, que la arquidiócesis de Medellín, Colombia acoge del 23 al
24 de octubre, con el tema: «El respeto a la vida: un camino para la paz». Exhortándolos
a «estudiar caminos que construyan la paz y promuevan la dignidad de la persona humana».
Sigamos
invocando la intercesión de la Virgen María sobre el Sínodo para la Familia, pidió
una vez más el Obispo de Roma, en particular a los jóvenes, a los enfermos y a los
recién casados. Alentando a los queridos jóvenes a dar gracias siempre al Señor por
el don de la familia. A los queridos enfermos, a unir la ofrenda de su sufrimiento
a la intención de oración por la paz en las familias. Y a los queridos recién casados,
que funden su hogar conyugal en la roca de la Palabra de Dios.