La Familia amada con la mirada de amor de Jesucristo, pide el Papa a los Padres Sinodales
REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz - RADIO VATICANA
La
Familia amada con la mirada de amor de Jesucristo, pide el Papa a los Padres Sinodales
(RV).- (con audio) Con Francisco a la
cabeza la Iglesia toda sale al encuentro de la familia tan querida y tan herida, con
un Sínodo Extraordinario. El Vaticano se anima, con libertad y humildad, a abrir las
puertas a 191 padres sinodales, que cargan en sus hombros y corazones de pastores
del Pueblo de Dios, los sufrimientos de tantas familias de sus conferencias episcopales
y regiones del mundo entero, representadas aquí en el Vaticano. Traen los gozos de
muchas familias felices y también las tribulaciones como las de tantas familias desmembradas
por el negocio de la guerra, desgarradas por la persecución sufrida a causa de la
fe; o aquellas familias fragmentadas por el drama de la migración, con muchos que
terminan víctimas del negocio de la trata de personas por el crimen organizado.
¿Cómo
estar más cerca de la familia “con la mirada de amor de Jesucristo”, como ha pedido
el Papa?
Son muchas las regiones flageladas por la violencia desintegradora
de la pobreza, la falta de trabajo, la droga, la delincuencia, que sumergen a la familia
en la crisis y a los jóvenes les aborta el sueño de formar una familia.
¿Como
acariciar estas heridas tan profundas con las mismas llagas de Jesús que murió y resucitó
también por estas familias masacradas hoy por la cultura de lo provisorio y del descarte,
del dios dinero?
El sufrimiento de tantos niños con padres separados; los problemas
del matrimonio, de los esposos, de la pareja, de los novios; tantas situaciones nuevas,
son afrontados con valentía, verdad, misericordia y esperanza; con sinceridad, experiencia,
sabiduría y deseos de encontrar hoy el modo mejor de acompañar a la familia “con la
mirada de amor de Jesucristo”, junto al Santuario de san Pedro en Roma.
El
Sucesor de Pedro invitó a hablar sin temor, con libertad, según lo que se siente en
el Señor, y a escuchar con humildad.