El cardenal Sistach pronuncia la homilía en la primera Congregación general sinodal
(RV).- (Con audio) El arzobispo de Barcelona,
el cardenal Lluís Martínez Sistach, quien intervino en la primera Congregación del
Sínodo de los Obispos al realizar la homilía de la hora ‘terza’ de la Liturgia de
las horas con la presencia del Papa Francisco, explica para Radio Vaticano su reflexión:
“Lo
que nos ha dicho San Pablo. Nos ha dado unas recomendaciones muy necesarias que han
marcado o pueden marcar al estilo de nuestro trabajo en estos días de la Asamblea
sinodal. Nos ha dicho que nos exhortemos mutuamente, que tengamos los mismos sentimientos
de la misma fe, de ser miembros de la Iglesia una y única de Jesucristo extendida
por todo el mundo, Oriente y Occidente, y que también vivamos en paz”.
“Entonces
estas son las actitudes más importantes porque el Papa nos ha reunido justamente para
trabajar en la Asamblea sinodal, es una institución de la Iglesia y por tanto, como
toda la Iglesia tiene que ser para evangelizar. Recordemos que Pablo VI dijo la importancia
de la Evangelización. La Iglesia existe para Evangelizar”.
“Pero también nos
ha dicho San Pablo que estemos alegres y aquí empalma totalmente con Evangelii
Gaudium. El Papa Francisco nos exhorta a que estemos alegres y que evangelicemos
con alegría, no con tristeza, no con ansiedad y realmente esto es lo que tenemos que
hacer, Pablo nos lo pide el Papa Francisco también porque es característico de los
cristianos la alegría, la alegría de la confianza plena en Dios en su misericordia
que nos perdona nuestros pecados, nuestras omisiones y nuestras debilidades”.
“Pienso
que de esta manera el Dios de la Paz y del Amor, como nos dice San Pablo, estará con
nosotros y nosotros podremos elaborar algunas reflexiones, algunos consejos llenos
de paz y de amor pensando en los matrimonios que viven intensamente su vida matrimonial
como una íntima comunidad de vida y amor, pensando también en aquellos esposos que
no han conseguido rehacer en su vida matrimonial y familiar esta íntima comunidad
de vida y de amor para todos debemos de dar una palabra del Evangelio de la vida”.
Además,
el cardenal arzobispo de Barcelona manda un mensaje a las familias de todo el mundo:
“Que se quieran mucho, que entiendan que el matrimonio es para amarse mutuamente
y que el amor no es difícil porque Dios nos ha creado y Dios que es Amor nos ha creado
a su imagen y semejanza. Por tanto, nos ha dado un corazón no de piedra sino de carne,
que procuren avivar este amor en su corazón y que lo tengan con los esposos y mutuamente
con los hijos porque es el único camino que les dará plenamente felicidad”.