Las religiones condenen a quien usa la fe para justificar la violencia, el cardenal
Parolin en la ONU
(RV).- Las personas de fe tienen la grave responsabilidad de condenar a quien trata
de separar fe y razón e instrumentalizar la fe como justificación de la violencia.
Fueron las palabras del cardenal Parolin al intervenir este miércoles en el debate
abierto del Consejo de Seguridad ONU sobre las amenazas a la paz y a la seguridad
causadas por el terrorismo internacional. El Santo Padre Francisco envió un cordial
saludo a todos los participantes en el encuentro de oración, que precedió la apertura
de la 69 sesión de la Asamblea general de la ONU, para discutir sobre el desarrollo
sostenible y la mejora de la calidad de vida, como medios para promover la paz, la
prosperidad y la seguridad en todo el mundo. El servicio es de nuestro colega Paolo
Ondarza:
El terrorismo representa una amenaza fundamental para nuestra común
humanidad. El secretario de Estado habla así ante los participantes en el debate del
Consejo de Seguridad ONU. “El continuo, y en algunas regiones, creciente uso del terror
es un llamado a todas las naciones y personas de buena voluntad a asumir un compromiso
compartido”.
El Consejo de Seguridad Onu – recuerda el prelado - nace luego
de una época en la cual una visión nihilista de la dignidad humana ha tratado de dividir
y destruir el mundo”. “Hoy, como entonces – es la exhortación – las naciones se unan
para cumplir con su responsabilidad primaria de proteger a las personas amenazadas
de violencia y ataques directos a su dignidad”.
El cardenal Parolin recuerda
las palabras de San Juan Pablo II como consecuencia de los eventos trágicos del 11
de setiembre: el derecho de defender los países y los pueblos de actos de terrorismo
no justifica el responder a la violencia con violencia, sino más bien “debe ser ejercitado
en la elección de los fines y de los medios, en el respeto de los límites morales
y legales”. “El culpable debe ser identificado correctamente, porque la responsabilidad
penal es siempre personal y no puede ser extendida a la nación, a la etnia o a la
religión a la cual pertenecen los terroristas”.
El secretario de Estado exhorta
luego a enfrentar desde la raíz las causas que alimentan el terrorismo internacional:
“el desafío terrorista – explica – tiene una fuerte componente socio-cultural”. Jóvenes
a menudo provenientes de familias pobres van al extranjero, y desilusionados por lo
que sienten como una falta de integración o de valores en algunas sociedades, entran
en organizaciones terroristas. El purpurado pide que, junto a los instrumento jurídicos
y a los recursos para evitar esto, lo gobiernos “se comprometan con la sociedad civil
para enfrentar los problemas de las comunidades más a riesgo de radicalización o reclutamiento
y lleguen a una integración social satisfactoria”.
“La Santa Sede – concluye
el cardenal Parolin – afirma que las personas de fe tienen la grave responsabilidad
de condenar a quienes buscan separar la fe de la razón e instrumentalizar la fe como
una justificación de la violencia”. Como Papa Francisco ha corroborado durante su
visita en Albania – recuerda el prelado – “¡Nadie piense de poder hacerse escudo de
Dios mientras proyecta y cumple actos de violencia y de atropello! Nadie use la religión
como pretexto para acciones contra la dignidad humana y contra los derechos fundamentales
de todo hombre y mujer, sobre todo, el derecho a la vida y el derecho de cada uno
a la libertad religiosa”.