¡Que no falte la ayuda de la Comunidad Internacional! Cercanía y apremiante llamamiento
del Papa ante la epidemia de ébola en África
(RV).- (con audio) Una vez más, el encuentro
semanal del Santo Padre con numerosos peregrinos de tantas partes del mundo, es un
aliento a suscitar un renovado compromiso en favor de los más necesitados y de la
paz. Destacando este miércoles la epidemia de ébola que se está extendiendo en algunos
países africanos, junto con su cercanía a los infectados por esta enfermedad, el Papa
Francisco dirigió un llamamiento a la comunidad internacional e invocó a la Virgen
María:
«Mi pensamiento se dirige ahora a los países de África que sufren
a causa de la epidemia de ébola. Estoy al lado de las numerosas personas afectadas
por esta terrible enfermedad. Los invito a orar por ellos y por los que han perdido
la vida tan trágicamente. Espero que no falte la ayuda necesaria de la Comunidad Internacional
para aliviar el sufrimiento de estos hermanos y hermanas. Por estos hermanos y hermanas,
recémosle a la Virgen».
Según informes internacionales, la epidemia
de ébola en África occidental ha causado hasta ahora la muerte de 2.811 personas,
de los 5.864 infectados en Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry. Y según han determinado
algunos científicos, con preocupación ante la rápida difusión de esta enfermedad,
la tasa de mortalidad en esta epidemia es del 71 por ciento.
A pesar
de una llovizna intermitente, cerca de 50 mil personas acudieron a la Plaza de San
Pedro. En sus saludos a los peregrinos de lengua árabe, en particular a los provenientes
de Jordania y Oriente Medio, el Obispo de Roma hizo hincapié en que, «en algunos
lugares, testimoniar a Cristo es difícil y peligroso. Y, en algunos casos podría llegar
a costar la propia vida. Pero si vivimos el testimonio con fidelidad, perseverancia
y fe, en ‘Aquel que ha vencido la muerte’, se transforma en una fuente inagotable
de alegría y bienaventuranza. En efecto Cristo nunca se olvida de sus discípulos fieles:
¡sean siempre testimonios auténticos de Cristo y de la verdad! ¡Sean causa de reconciliación
y de unidad! ¡Sean testimonios de la justicia, de la paz y de la caridad! ¡Que el
Señor los bendiga y proteja siempre!»
A los jóvenes, a los enfermos y a
los recién casados, les recordó la memoria litúrgica de San Lino, Papa. Con el anhelo
de que su amor a la Iglesia, en una época de fuertes persecuciones en contra de los
cristianos inspire la vida espiritual de cada uno, el Santo Padre Francisco invitó
a aprender a afrontar con valentía también los momentos de adversidad, convencidos
de que el Señor nunca deja de sostener y de brindar su gracia a cada uno de sus hijos.