La matanza de cristianos es inaudita e inaceptable
Actividades de la Santa Sede
(RV).- (Con audio) En el Mitin por la
Amistad entre los pueblos de la ciudad italiana de Rímini intervino el pasado 25 de
agosto el Arzobispo Silvano Maria Tomasi, Observador permanente de la Santa Sede ante
la Oficina de la ONU en Ginebra, para referirse al tema de la inmigración. Al respecto,
el prelado recordó la figura del Nuncio Apostólico Pietro Sambi, fallecido en el año
2011, y, sobre todo, hizo un sentido llamamiento a la comunidad internacional, para
que se detenga la violencia que los yihaidistas ejercen en Irak y en otras áreas,
donde las minorías religiosas son perseguidas o eliminadas.
En cuanto a la
acción de la Iglesia católica en esta región, Monseñor Silvano Maria Tomasi dijo ante
los micrófonos de Radio Vaticano:
En este contexto de violencia y de tragedia,
el deber de la Iglesia es difícil pero continuo. El testimonio del Santo Padre es
claro: seguir haciendo llamamientos a la comunidad internacional y a todos nosotros,
los creyentes, a seguir rezando para encontrar el camino de la paz; invitando a la
negociación e invitando a los países que tienen la capacidad, a través de los mecanismos
de las Naciones Unidas, a detener al agresor.
Además, los obispos locales,
los Patriarcas, tanto ortodoxos como católicos de diversos ritos – de rito sirio,
caldeo o melquita – se han reunido hace algunos días y han formulado claramente algunas
pistas importantes de acción.
Primero, pedir la ayuda de la comunidad internacional
para detener la violencia y la matanza, no sólo de cristianos, sino también de los
yazidis y otros grupos. Pensemos que se decapitan a los cristianos y que en las fotos
se ve que las cabezas son puestas en garfios como decoración de muros o verjas: ¡son
cosas inauditas, verdaderamente inaceptables!
Segundo, pedir que haya una presencia
internacional que garantice el regreso de los cristianos a sus aldeas y casas. No
es justo que, por parte de la comunidad internacional se acepte que, automáticamente,
los cristianos sean condenados al exilio. Tienen derecho a vivir en su casa, donde
desde hace 1.700 años están presentes, antes de la llegada del islam, y que puedan
continuar allí, no sólo porque es su derecho natural, sino también porque son una
presencia que es beneficiosa para la comunidad islámica, que ayuda a diversificar
el contexto social, que lentamente puede favorecer una democracia que respete la identidad
de cada persona y de cada grupo.
Teniendo en cuenta que también llegan noticias
inquietantes de Nigeria, porque el grupo Boko Haram, que en estos últimos años ha
realizado tantos atentados, incluso contra algunas iglesias, ha proclamado el califato
islámico en la ciudad de Gwoza, el Arzobispo Tomasi afirmó:
Es preocupante
la violencia que ejerce Boko Haram. El hecho de que como medio de conquista de poder
se utilice la violencia sistemáticamente contra civiles inocentes, en particular
contra los cristianos, plantea una pregunta a la comunidad internacional acerca de
cómo reaccionar.
Nigeria está haciendo lo más que puede para encontrar una
solución ante esta secta fundamentalista que persigue el poder cubriéndolo con un
vocabulario religioso, pero que en realidad es el dominio y el control del territorio,
y que está en la raíz de este movimiento.
Por tanto, por parte de la comunidad
internacional es necesario condenar y poner en claro que los métodos usados por estas
personas son completamente inaceptables y sostener mediante las maneras que la comunidad
internacional crea útiles, al gobierno nigeriano para que complete su trabajo de rechazo
de este grupo.
Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)
El
espacio “Actividades de la Santa Sede”, se transmite los martes en las emisiones informativas
de las 17,30; 01,45 y 03,20 UTC.