2014-07-25 17:25:42

Peregrino a Tierra Santa
Ignacio de Loyola pide ayuda a la Virgen en sus santuarios (2)


REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3 Camino a Tierra Santa para poder contemplar mejor lo que refiere el Evangelio sobre Jesús de Nazaret, Ignacio de Loyola reza en los santuarios de la Virgen. María de Nazaret está siempre en su corazón.

Todavía convaleciente en Loyola, Ignacio refiere: "Vi claramente una imagen de nuestra Señora con el santo Niño Jesús, con cuya vista, que duró largo rato, recibí una consolación muy excesiva, quedando con tanto asco de mi vida pasada especialmente de las cosas carnales que me parecía habérseme quitado del alma todas las imágenes que antes tenía pintadas en ella".

Sin haberse terminado de curar la pierna que le quedó mas corta, parte en mula al santuario de Montserrat y hace una vigilia en el santuario de Aranzazu y ante una imagen de la Virgen María hace voto de castidad.
Después, por el camino conversa sobre María de Nazaret con un moro que expresa dudas sobre la virginidad de María y san Ignacio cuenta: "me venían ganas de ir a buscar al moro –después que se había adelanta- y darle de puñaladas por lo que había dicho". Sin saber que hacer deja las riendas sueltas y la mula elige otro camino.

En el santuario de Monserrat se confiesa y reza largamente. Deja en el altar de la virgen sus armas de caballero y intercambia con un mendigo sus vestidos.

En el libro de los Ejercicios Espirituales, en meditaciones muy importantes, pone a María como intercesora ante su hijo Jesús para conseguir las gracias deseadas. Y, propone con ternura las contemplaciones de la Anunciación, el Nacimiento, las consideraciones sobre la soledad de María después de la crucifixión y la aparición de Jesús resucitado a su madre.

En París, el 15 de agosto, día de la Asunción de la Virgen es el día elegido para los votos de consagración del primer grupo de compañeros.








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