(RV).- Informada de la crucifixión de personas en el centro de Deir Hafer (Siria)
que ha precedido la proclamación del Califato islámico en los territorios sirios e
iraquíes bajo el control del Estado Islámico de Iraq y del Levante, la Presidencia
del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) expresa su firme indignación
y condena ante semejantes hechos que utilizan a la religión para justificar actos
de justicia sumaria que van contra todo intento de pacificar el país, ya martirizado
por años de guerra fratricida. Firman el documento los cardenales Péter Erdõ, presidente
de la CCEE, y Angelo Bagnasco, vice presidente. (RC- RV)