“La paz es segura sólo si es cultivada con varias manos”, el Papa a la ROACO
(RV).- (Con audio) En la mañana de
este jueves el Papa Francisco ha recibido a los participantes a la 87ª Asamblea Plenaria
de la ROACO (Reunión de Obras de Ayuda para las Iglesias Orientales), en la conclusión
de su encuentro iniciado el pasado 23 de junio. Recordando su viaje a Tierra Santa,
el Papa renovó su abrazo a todas las Iglesias de Oriente, invitándolos a continuar
el camino hacia la plena unidad de todos los cristianos y el diálogo interreligioso.
“Recemos - dijo el Papa - para que este viaje apostólico, como una buena semilla,
de frutos abundantes”. “La paz es segura sólo si es cultivada con varias manos”,
destacó el Santo Padre, recordando el olivo plantado en los jardines Vaticanos junto
al Patriarca de Constantinopla y a los presidentes israelí y palestino. “Pero quien
se empeña en cultivar no debe olvidar que el crecimiento depende del verdadero Agricultor,
que es Dios. La verdadera paz - continuó - aquella que el mundo no puede dar, nos
la dona Jesucristo. Por eso, no obstante las graves heridas que lamentablemente sufre
hoy, puede siempre resurgir”, aseveró. El Papa agradeció a los presentes su colaboración
en esta “obra” con la caridad, que constituye “la finalidad más verdadera de esta
organización”. Y destacó que con la caridad y la unidad los discípulos de Cristo cultivan
la paz para todo pueblo, venciendo, de este modo, las persistentes discriminaciones,
comenzando por aquellas por causas religiosas. “Los primeros llamados a cultivar
la paz son precisamente los hermanos y las hermanas de Oriente, con sus Pastores.
¡Sus lágrimas y sus miedos son los nuestros, como lo es su esperanza! Lo demostrará
- destacó el Papa - nuestra solidaridad, si logrará ser concreta y eficaz, capaz
de estimular a la comunidad internacional en defensa de los individuos y de los pueblos”. El
obispo de Roma expresó la cercanía de la Iglesia católica a los hermanos y hermanas
de Siria y de Iraq, extendiéndola a Tierra Santa, el Cercano Oriente, “a la amada
Ucrania” y a Rumania. “Los exhorto – dijo - a continuar el empeño profuso a favor
de ellos” y a llevar alivio y apoyo por doquier “a los numerosos prófugos y refugiados,
restituyendo dignidad y seguridad…” Finalmente Francisco los animó a llevar adelante
las prioridades establecidas en esta sesión plenaria, en particular, la formación
de las nuevas generaciones y de los educadores, al tiempo que recordó el acercarse
de la Asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos dedicada a la Familia, exhortándolos
a dar “prioridad también a este ámbito, a la luz de la Exhortación Apostólica Ecclesia
en Medio Oriente”. “Que la Madre de Dios - finalizó el Papa - acompañe a las familias
una por una, para que gracias a ellas, la Iglesia, con la alegría y la fuerza del
Evangelio, sea siempre una madre fecunda y solícita en el edificar la familia universal
de Dios”.