El Papa anima a continuar con generosidad la obra solidaria a favor del pueblo gitano
al recibir a promotores de la Pastoral Gitana
(RV).- (audio) El Santo Padre recibió
a los participantes del Encuentro Mundial, promovido por el Pontificio Consejo de
la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes “La Iglesia y los gitanos: anunciar el
Evangelio en las periferias”. El encuentro reúne este jueves y viernes en el Vaticano,
a los promotores episcopales y directores nacionales de la pastoral de los Gitanos.
En su discurso, Francisco habló de los retos que afectan tanto la pastoral ordinaria,
como a la nueva evangelización de este pueblo nómada.
“Los gitanos a menudo
viven al margen de la sociedad, y a veces son vistos con hostilidad y desconfianza;
están poco implicados en dinámicas políticas, económicas y sociales en el territorio.
Sabemos que es una realidad compleja, pero sin duda también el pueblo gitano está
llamado a contribuir al bien común, y esto es posible con apropiados itinerarios de
co-responsabilidad, en la observancia de los deberes y la promoción de los derechos
de cada uno”.
Entre las causas que conducen a las situaciones de miseria que
soporta gran parte de la población gitana, Francisco señaló la falta de instalaciones
educativas para la formación cultural y profesional; el escaso acceso a la atención
sanitaria; la discriminación en el mercado laboral y la falta de viviendas dignas.
“Son verdaderas llagas en el tejido social que afectan sobre todo a los grupos más
vulnerables y que son los más propensos a ser víctimas de nuevas formas de esclavitud.
De hecho, son los menos protegidos los que caen en la trampa de la explotación, u
otras formas de abuso, como los forzados a pedir caridad en las calles. Los gitanos
se encuentran entre los más vulnerables, sobre todo cuando no hay ayudas para la integración
y la promoción de las personas en la sociedad.
“Es necesario que, además de
esta acción solidaria a favor del pueblo gitano, haya el compromiso de las instituciones
locales y nacionales y el apoyo de la comunidad internacional, para llevar adelante
proyectos y acciones encaminadas a la mejorara de la calidad de vida. En medio de
las dificultades y penurias de los hermanos, todos deben sentir el reto de poner en
el centro de su atención la dignidad de la persona humana. Con respecto a la situación
de los gitanos en el mundo, hoy es más que nunca necesario desarrollar nuevos enfoques
en el campo de los derechos civiles, culturales y sociales, así como en la estrategia
pastoral de la Iglesia para hacer frente a los desafíos derivados de modernas formas
de persecución, opresión, y a veces incluso de esclavitud”.