En medio del pueblo está siempre María: 97° aniversario de la primera aparición de
la Virgen en Fátima
(RV).- (Con audio)
Hoy la Iglesia
celebra el 97°aniversario de la primera aparición de la Virgen de Fátima. En el curso
de los decenios, con el crecer de la devoción mariana vinculada a este evento, tantas
veces los Pontífices han confiado la humanidad a la protección de la Virgen, aparecida
a los tres pastores. Y de María, "Madre de la Evangelización", nos habla el Papa Francisco
en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium:
“Con el Espíritu Santo,
en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo
(Hch 1,14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés.
Ella es la Madre de la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender
el espíritu de la nueva evangelización".
"María sabe reconocer las huellas
del Espíritu de Dios en los grandes acontecimientos y también en aquellos que parecen
imperceptibles. Es contemplativa del misterio de Dios en el mundo, en la historia
y en la vida cotidiana de cada uno y de todos. Es la mujer orante y trabajadora en
Nazaret, y también es nuestra Señora de la prontitud, la que sale de su pueblo para
auxiliar a los demás «sin demora» (Lc 1,39). Esta dinámica de justicia y ternura,
de contemplar y caminar hacia los demás, es lo que hace de ella un modelo eclesial
para la evangelización. Le rogamos que con su oración maternal nos ayude para que
la Iglesia llegue a ser una casa para muchos, una madre para todos los pueblos, y
haga posible el nacimiento de un mundo nuevo. Es el Resucitado quien nos dice, con
una potencia que nos llena de inmensa confianza y de firmísima esperanza: ‘Yo hago
nuevas todas las cosas’. (Ap 21,5). Con María avanzamos confiados hacia esta promesa,
y le decimos:
Virgen y Madre María, tú que, movida por el
Espíritu, acogiste al Verbo de la vida en la profundidad de tu
humilde fe, totalmente entregada al Eterno, ayúdanos a decir nuestro
« sí » ante la urgencia, más imperiosa que nunca, de hacer resonar
la Buena Noticia de Jesús.
Tú, llena de la presencia de Cristo, llevaste
la alegría a Juan el Bautista, haciéndolo exultar en el seno de su madre. Tú,
estremecida de gozo, cantaste las maravillas del Señor. Tú, que
estuviste plantada ante la cruz con una fe inquebrantable y recibiste
el alegre consuelo de la resurrección, recogiste a los discípulos en la
espera del Espíritu para que naciera la Iglesia evangelizadora.
Consíguenos
ahora un nuevo ardor de resucitados para llevar a todos el Evangelio de
la vida que vence a la muerte. Danos la santa audacia de buscar
nuevos caminos para que llegue a todos el don de la belleza que no se apaga.
Tú,
Virgen de la escucha y la contemplación, madre del amor, esposa de las bodas
eternas, intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo, para
que ella nunca se encierre ni se detenga en su pasión por instaurar el Reino.
Estrella
de la nueva evangelización, ayúdanos a resplandecer en el testimonio de
la comunión, del servicio, de la fe ardiente y generosa, de la
justicia y el amor a los pobres, para que la alegría del Evangelio llegue
hasta los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz.
Madre
del Evangelio viviente, manantial de alegría para los pequeños, ruega
por nosotros.