(RV).- (Con audio) San Juan Pablo II
nos ayuda a ser caminantes resucitados. Somos peregrinos pero no errantes, porque
sabemos hacia dónde ir, porque la esperanza fundada en Cristo es nuestra guía. Lo
dijo el Papa Francisco el domingo 4 de mayo por la mañana al celebrar en Roma la misa
en la iglesia donde se reúne la comunidad polaca.
En su homilía el Papa subrayó
que Juan Pablo II en su vida, durante diversos momentos, se dirigía a menudo a esta
iglesia para recogerse en oración. Así como Pedro confirmaba a sus discípulos y a
los fieles, del mismo modo el Papa Wojtyla estaba sólidamente anclado a la roca que
es Cristo, notó Francisco. Y dijo que la esperanza está en la base de la fe cristiana,
para encontrar la fuerza para volver a partir hacia las periferias de la vida y de
las ciudades, como bien sabe el pueblo polaco. Sabe – dijo en su homilía a pocos días
de la canonización – que es necesario pasar por la Cruz antes de la Resurrección.
El
pasado 4 de mayo el Papa Francisco anunció que visitará el Policlínico Gemelli y la
Facultad de medicina y cirugía de la Universidad católica de Roma. Después de rezar
el Regina Caeli, entre los diversos grupos presentes, saludó a la Asociación
Meter que lucha contra el abuso a menores, así como a los participantes en
la Marcha por la Vida. Seguidamente rezó por Ucrania, para que se restablezca la paz
y la pacífica convivencia. De la misma manera rezó por los miles de víctimas de un
derrumbamiento acaecido recientemente en Afganistán.
Antes de rezar a la Madre
de Dios, el Papa comentó el Evangelio de ese día sobre el relato de los dos discípulos
que en el camino a Emaús se encuentran con Jesús Resucitado. Al respecto Francisco
explicó que el camino de Emaús se convierte en símbolo de nuestro camino de fe: la
vida a veces nos hiere y nosotros nos vamos tristes, dando la espalda al designio
de Dios. Pero la Iglesia con Jesús vuelve a encender en nuestros corazones el calor
de la fe y de la esperanza. Luego, en la Liturgia eucarística, Jesús se dona a Sí
mismo y nos vuelve a traer a Jerusalén, o sea hacia la comunidad de los hermanos y
la comunidad de los hombres, donde vivir el compartir y la misión. Existe una Palabra
de Dios que nos da la orientación y a través de nuestros cansancios y desilusiones
hay siempre un Pan partido que nos hace ir adelante en el camino.
“Que la intercesión
de la Virgen María, en este mes de mayo, nos ayude a vivir nuestra vida cristiana
con más docilidad a la voz y al amor del Espíritu Santo”. Acabamos de escuchar el
saludo que el Papa Francisco dirigió en nuestro idioma en su nuevo encuentro multitudinario
con los fieles del mundo en su primera audiencia general de este mes dedicado tradicionalmente
a la Madre de Dios. Prosiguiendo su serie de catequesis sobre los siete dones del
Espíritu Santo el Papa se refirió al don de Consejo, con el que el Espíritu Santo
nos ayuda a tomar decisiones en nuestra vida concreta, siguiendo la lógica de Jesús
y su Evangelio.
Producción de María Fernanda Bernasconi. (hispano@vatiradio.va)
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