Profunda gratitud por la ayuda a la misión de Iglesia y las obras de caridad cercanas
al corazón del Sucesor de Pedro
RV.- (con audio) (se actualizó con
audio) Destacando la importancia de la comunión con la Iglesia Universal, en su servicio
a toda la familia humana, el Papa Francisco, recibió este viernes a unos 200 miembros
de la ‘Papal Foundation’, con motivo de su peregrinación anual a Roma, que en estos
días coincidió con la canonización de «dos extraordinarios Papas de nuestro tiempo,
Juan XXIII y Juan Pablo II». Y con su cordial bienvenida, expresó su profunda gratitud
por la ayuda que brindan a la Iglesia, en el desarrollo de su misión, en particular
en los países en desarrollo:
«Desde su creación, la ‘Papal Foundation’,
se ha propuesto promover la misión de la Iglesia, brindando su ayuda a una amplia
gama de organizaciones benéficas, que están en el corazón del Sucesor de Pedro. Estoy
profundamente agradecido por la ayuda que la Fundación ha dado a la Iglesia en los
países en desarrollo, a través de subvenciones de apoyo a diversos proyectos educativos,
caritativos y apostólicos. Así como, por las becas que ponen a disposición de laicos,
sacerdotes y religiosos, para que puedan estudiar en Roma. De esta manera, ustedes
ayudan a asegurar la formación de una nueva generación de guías y líderes cuyas mentes
y corazones están forjadas por la verdad del Evangelio, la sabiduría de la doctrina
social católica y un profundo sentido de comunión con la Iglesia universal en su servicio
a toda la familia humana».
Recordamos que esta asociación caritativa católica
estadounidense, fue instituida en Filadelfia (EE.UU.) en 1990, por el fallecido cardenal
John Krol. Y cada año, sus representantes peregrinan a Roma en el periodo pascual,
en el que «los cristianos del mundo se unen para celebrar la victoria del Señor sobre
el pecado y la muerte, el amanecer de la nueva creación y la efusión del Espíritu
Santo», dijo el Papa, deseándoles que «la alegría de la resurrección llene sus corazones
con la paz que el mundo no puede dar» ( cf. Jn 14,27) y que «su oración ante las tumbas
de los Apóstoles y de los mártires renueve su fidelidad al Señor y a su Iglesia».
Con
sus oraciones para que queden confirmados en la gracia del Bautismo y en su compromiso
de ser «discípulos misioneros llenos de la alegría que nace del encuentro personal
con Jesús Resucitado (cf. Evangelii Gaudium , 119), el Papa Francisco los encomendó
juntos con sus familias a la intercesión de María, Madre de la Iglesia, y les impartió
de corazón su bendición apostólica como prenda de alegría y paz en el Señor.