¡La Iglesia y las personas de buena voluntad gritan basta con la trata de personas!
Reitera el Papa
(RV).- (se actualizó con
audio) Aunar esfuerzos, contra la trata de personas, crimen contra la humanidad y
llaga en el cuerpo de Cristo y reiterar la importancia de luchar contra el tráfico
de seres humanos. El Papa Francisco saludó y alentó a los cerca de 120 participantes
en la II Conferencia celebrada en el Vaticano sobre «La Lucha contra la trata de personas;
la Iglesia y la aplicación de la ley en la sociedad». Y lo hizo en el Aula Magna de
la Pontificia Academia de las Ciencias y de las Ciencias Sociales - cuyo Canciller
es Mons. Marcelo Sánchez Sorondo - en la Casina Pío IV, en los jardines vaticanos,
sede de esta Conferencia, promovida por la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Galles,
encabezada por el Card. Nichols. En sus palabras de gratitud y aliento, el Obispo
de Roma renovó su profundo dolor ante la persistencia de la trata de personas en el
mundo, exhortando a perseverar en la atención a las víctimas, afianzados en el Evangelio.
Y a aunar los esfuerzos y misión de las fuerzas del orden público y de los agentes
humanitarios para acabar con este crimen contra la humanidad: «Es un encuentro
importante, pero también es un gesto de la Iglesia, un gesto de las personas de buena
voluntad, que quieren gritar ¡basta! La trata de personas es una herida
abierta en el cuerpo de la sociedad contemporánea, una llaga en el cuerpo de Cristo.
Es un crimen contra la humanidad. El mismo hecho de que estemos aquí, para aunar nuestros
esfuerzos, significa que queremos que nuestras estrategias y nuestras áreas de experiencia
estén acompañadas y reforzadas por la misericordia del Evangelio y por la cercanía
a los hombres y a las mujeres que son víctimas de este crimen. Nuestra reunión
de hoy incluye a las autoridades del orden público, responsables de la lucha contra
esta trágica realidad, por medio de una aplicación firme de la ley. También incluye
a los agentes humanitarios y sociales, cuya misión es la de proporcionar acogida a
las víctimas, calidez humana y la posibilidad de rescatar sus vidas. Éstos son dos
enfoques diferentes, pero pueden y deben ir de la mano. El diálogo y el intercambio
de opiniones, sobre la base de estos dos enfoques complementarios, es muy importante.
Por este motivo las conferencias como ésta son extremadamente útiles y, yo diría,
más aún necesarias. Creo que una señal importante de esto es el hecho de
que, un año después del primer encuentro, se han querido reunido nuevamente, llegando
de tantas partes del mundo, con el fin de avanzar en sus esfuerzos comunes. Les doy
las gracias por su colaboración y ruego al Señor que los ayude y a la Virgen Santa
que los ampare. ¡Gracias!» (CdM - RV)